Autorización concedida

Editorial
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El presidente Barack Obama solicitó al Congreso autorizar formalmente la guerra contra los extremistas del Estado Islámico, ofreciendo un borrador que señala que dicha organización constituye una grave amenaza, calificación que merecen estos terroristas que tienen al mundo entero pendiente de sus masacres televisadas.

El mandatario envió al Congreso una propuesta de tres páginas para autorizar la fuerza militar, que es la única forma de acabar con estos terroristas que se han ganado este título y muchos otros por la barbarie de sus actos.

Obama podría limitar la autorización a tres años, sin ninguna restricción, donde las fuerzas estadounidenses podrían enfrentar la amenaza, lo que puede revivir la guerra en Irak y la cacería que hizo felizmente, del líder de grupo Al Quaeda, Osama Bin Laden, caído después de una intensa búsqueda por un grupo militar conformado especialmente para esto. Los asesinatos de los seguidores del Estado Islámico, no cejan en su empeño de seguir matando gente inocente.

Un grupo islamista radical que reclutaba a jóvenes para combatir en Siria era una organización terrorista que quería terminar con la democracia por la fuerza y sustituirla por la estricta ley Sharia, dijo una corte belga en un proceso celebrado en un contexto de crecientes temores por terrorismo.

Cuando se captura a estos terroristas deben recibir una condena ejemplar. El tribunal de Amberes condenó al carismático líder del grupo, Fuad Belkacem, a 12 años de cárcel y otorgó penas de prisión más bajas a una docena de miembros más. Belkacem, que entró esposado por policías con chalecos antibalas, sonrió mientras escuchaba la sentencia.

El fallo se produjo tras uno de los mayores juicios por terrorismo de la historia de Bélgica - 46 musulmanes fueron acusados aunque solo un puñado compareció ante el tribunal. Se cree que los otros están luchando en Siria con grupos armados suníes o fallecieron en la brutal guerra civil que asola ese país. La ofensiva contra la red Sharia Belgium, que fue desmantelada hace más de dos años, parece no haber disuadido a los extremistas islámicos del país.

Dimitri Bontinck, padre de uno de los condenados, dijo estar contento porque su hijo, Jejoen Bontinck, recibió solo una condena de cárcel suspendida tras aceptar testificar contra el grupo. Pero advirtió que el proceso podría alimentar el descontento.

Los gobiernos del mundo deben acordar un plan de acción unificado para perseguir y castigar a los terroristas que causan tanto mal y dolor en gente inocente.

De igual forma, deben hacer presión para que esas condenas sean ejemplares y se cumplan sin ningún beneficio jurídico para los reos. La iniciativa del gobierno Obama debe ser tenida en cuanta y a esta se deben unir todos los países para garantizar una verdadera paz mundial.