Venezuela con su propio Mandela

Editorial
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La burla, la falta de respeto para la libre democracia y el abuso de poder siguen adelante en Venezuela. Desde el pasado 18 de febrero el gobierno de Nicolás Maduro, en una decisión propia de la más siniestra de las democracias, encarceló al líder opositor Leopoldo López, después de que la fiscalía armara un caso bajo la supervisión del poder político. El chavismo había decidido "cargarle sus muertos" a López y culpabilizarle de las espontáneas revueltas estudiantiles que habían sido respondidas con una brutal represión policial y de grupos armados afines, entre ellos los temidos motorizados.
Y desde allí comenzó un verdadero calvario para la familia del líder opositor y de sus seguidores que quieren ver a Venezuela libre y democrática. Aunque gran parte de los gobiernos democráticos de todo el mundo miraran hacia otro lado, desde el momento de la detención de López, aunque la mayoría de los más prestigiosos medios de comunicación internacionales le negaran cobertura a la represión y posterior detención del líder de Voluntad Popular, sin lugar a dudas, Leopoldo López se había convertido en un preso político.
Tampoco los medios en Venezuela podían contar con toda su crudeza la barbarie promovida por Maduro y Diosdado Cabello, y ejecutada por el ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres. La censura, la amenaza y la propia autocensura ante el temor de un cierre, una sanción o una compra encubierta tenían amordazados a periódicos, radios y televisiones.

Cuando se han cumplido más de 219 días de cautiverio para el líder opositor del régimen chavista, hasta el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dado los primeros pasos para lograr un bloque de oposición a nivel mundial contra el régimen de Maduro.
La semana pasada, en la sesiones de la ONU, Obama se acordó de López y apuntó en su discurso que "Leopoldo López merece ser libre" y lo comparó con otros presos políticos en el mundo. "Nos ponemos del lado de los detenidos: Leopoldo López, Pierre Claver Mbonimpa, Ahmed Maher, Liu Xiabo, Ilham Tohti y Father Ly", argumentó.
Desde el pronunciamiento presidencial, Maduro creó su propia Mandela y ese será el motivo por el que más pronto que tarde tendrá que dejar de ser presidente de Venezuela.