Para adelante y para atrás

Editorial
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Después de todos los anuncios que hizo el presidente Gustavo Petro en la Plaza de Bolívar, ante la concentración de colombianos, convocados y pagados por el gobierno, hubo uno que llamó la atención, el de terminar las relaciones diplomáticas con Israel.

Para empezar, Petro sigue “metiéndose en donde no cabe” sin acordarse de las críticas que hizo al anterior gobierno, cuando hacia presencia en el ámbito internacional, de tal forma que además de incoherente con su línea de pensamiento política, vuelve a ratificar que no tiene memoria histórica de lo que dice y afirma.

Después de la marcha del Dia del Trabajo y  el “cacerolazo” de los colombianos en la noche de ese día,  el pronunciamiento fue para la comunidad judía en Colombia, que  lamentó el anuncio del presidente Gustavo Petro de romper relaciones diplomáticas con Israel, rechazando  el calificativo de "genocida" utilizado por el jefe de Estado para referirse al gobierno de ese país.

El pronunciamiento de dicha comunidad fue contundente y claro al afirmar que “lamentamos profundamente el anuncio del presidente Gustavo Petro de romper relaciones diplomáticas con el Estado de Israel, un país amigo que se encuentra en una situación de guerra que nunca quiso y que tiene 133 de sus hijos, incluido un colombiano, secuestrados hace más de 200 días por la organización terrorista Hamás que persigue su destrucción" . Horas antes el jefe de Estado colombiano dijo en un acto con trabajadores por el Primero de Mayo: "Aquí delante de ustedes, el Gobierno del cambio, el presidente de la república, informa que mañana se romperán las relaciones diplomáticas con el Estado de Israel (...) por tener un Gobierno, por tener un presidente genocida". Por eso, el documento de las comunidades judías en Colombia también rechazó el calificativo de 'genocida' al Gobierno de Israel. Petro, que es un ardoroso defensor de la causa palestina, dice creer "que hoy la humanidad toda en las calles, por millones, está de acuerdo con nosotros y nosotros con ella", en referencia a su decisión de romper relaciones con Israel.

El gobernante colombiano ya había amenazado el pasado 15 de octubre, dos semanas después del comienzo de la guerra en Gaza tras los ataques a Israel del brazo armado de Hamás, con suspender relaciones diplomáticas con el Estado judío. Más adelante, el 26 de marzo último reiteró su amenaza de romper relaciones si Israel no cumplía la resolución de cese el fuego en Gaza pedida por el Consejo de Seguridad de la ONU. Sin embargo, vale la pena recordar que las comunidades judías siempre han insistido sobre las históricas relaciones entre Israel y Colombia que han sido de mutuo beneficio desde su establecimiento en 1953, ya que Israel ha colaborado y sigue colaborando con Colombia en múltiples áreas que benefician a millones de compatriotas.

Definitivamente este es el gobierno del circo. Ahora, el Gobierno colombiano informó a la embajada de Israel en Bogotá el alcance de la ruptura de relaciones diplomáticas con ese país, anunciado el miércoles por el presidente Gustavo Petro por lo que llamó "genocidio" contra los palestinos, pero subrayó que no va dirigida contra el pueblo israelí ni contra la comunidad judía.

Según el presidente Petro esta decisión se dirige exclusivamente a la ruptura de relaciones diplomáticas y nunca contra el pueblo israelí ni contra las comunidades judías, ya que nos unen lazos históricos y de amistad que persistirán. ¿Quién los entiende?

Ahora salen con el cuento de que el gobierno colombiano está comprometido con el respeto a la vida y la promoción de la paz, al igual que con la solución de dos Estados, por lo que considera esta medida como un paso necesario para rechazar la violencia y expresar el apoyo a una solución pacífica y justa. Entonces, no se sabe cuál será el rumbo de las relaciones colombo-israelí, lo que si se confirma es que seguimos siendo víctimas de la improvisación de este gobierno.