Potenciar la industria minera para encarar el futuro

Editorial
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Ecuador dio esta semana su primer paso hacia la megaminería con el inicio de la explotación de un yacimiento a cielo abierto de cobre, plata, oro y molibdeno, que abrirá otros proyectos, como una alternativa a la dependencia que la economía del país tiene del petróleo.

Aunque esta alternativa ha levantado polémicas ambientales y sociales, el desarrollo abre un abanico de posibilidades para el desarrollo presente y futuro de un país que aún depende de la extracción y venta de crudo, un recurso que no se llegó a derramar por todo el país, pues sus beneficios no se repartieron entre todos. El Gobierno del presidente Lenín Moreno inauguró el inicio de la extracción mineral del yacimiento Cóndor-Mirador, en la zona de Tundayme, en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, en el sureste del país. Esta mina a cielo abierto fue concebida durante el Gobierno del expresidente Rafael Correa (2007-2017) y se convirtió en una obra emblemática del país, por las posibilidades económicas que representaba.

Con una inversión de unos 1.500 millones de dólares desde que empezó el proyecto en 2014, la empresa Ecuacorriente S.A., Ecsa, puso a funcionar una enorme planta de procesado de material mineralizado, en la que convierte las rocas en un polvo concentrado de cobre que será exportado a refinerías en China. Evsa, que cuenta con capitales chinos, prevé procesar en su planta unas 60.000 toneladas diarias de roca y extraer un 2 por ciento de concentrado de cobre, aunque también obtendrá otros minerales como oro, plata y molibdeno. Durante 30 años, el proyecto prevé procesar una montaña entera, que tras la operación será convertido en un lago regenerado con especies naturales de la zona amazónica.

Este enorme esfuerzo industrial minero ha despertado temores entre grupos ambientalistas y comunidades indígenas, que se oponen a las actividades extractivas, pues recuerdan que el petróleo, explotado desde la pasada década de los años setenta, no representó para ellos el bienestar que se prometió en principio. Desde el inicio del proyecto, la entrega de regalías en la zona ha sumado unos 80 millones de dólares y se espera que en las próximas semanas un nuevo desembolso de 15 millones.

Los ecuatorianos califican como un hito al inicio de la extracción de minerales porque supone un nuevo hito de desarrollo después del “boom petrolero” de los años setenta. Y si bien Ecuador da sus primeros pasos en la gran minería en América Latina, y va aún lejos de Chile o Perú, su industria cumple con las más estrictas normas de cuidado ambiental, asegura el Gobierno y las empresas concesionarias.

Para el desarrollo de la mina se han observado los mejores modelos de producción y transporte de minerales y se ha trabajado de cerca con las comunidades aledañas; para la minería responsable, si bien no elimina en absoluto el riesgo de la contaminación, representa una de las mejores opciones para el país, pues representa una buena entrada de ingresos y divisas. Son once los proyectos estratégicos y de segunda generación los que proporcionan esta alternativa económica para el país.

El plan es que la minería sea el 4 por ciento del Producto Interior Bruto, PIB, del país hasta el año 2021, y que se convierta en el siguiente renglón de las exportaciones, después del hidrocarburo.


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