Endurecer las penas contra el secuestro

Editorial
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Después de casi cuatro meses de secuestro, los padres, familiares y allegados a Melissa Martínez García, ayer desde tempranas horas de la mañana pudieron descansar y tener un rato de felicidad y alegría con el rescate de la joven, que ha dado nuevamente el triunfo a las Fuerzas Militares  de Colombia, con todos sus organismos de seguridad.

Gracias al trabajo profesional adelantado por los Gaulas Militar y Policial, con el apoyo también de la Fiscalía General de la Nación, se pudo establecer  e identificar la célula delincuencial de los secuestrados, que sirvió para identificar el sitio exacto para liberar a la joven empresaria; en el momento de la liberación se detuvo a criminales que integraban la banda delictiva y que tenían retenida a la joven Martínez García, siendo inmediatamente procesados y judicializados para que respondan ante la justicia  colombiana. Ayer mismo fueron enviados a Bogotá, para rendir indagatoria antes los fiscales especializados.

El presidente Iván Duque fue el encargado de dar la buena noticia a los samarios y magdalenenses, informando que la operación fue realizada en área rural de Palmor, cerca de la Sierra Nevada de Santa Marta, en donde fueron capturados 11 integrantes de la banda delincuencial responsable del secuestro, después del trabajo coordinado de la fuerza pública y la comunidad, fundamental en este proceso. Entre los capturados están los cabecillas de la banda delincuencial, liderada por el ex paramilitar Rigoberto Rojas Mendoza, que de acuerdo con las informaciones desprendidas de la autoridad competente gozaba de la libertad, luego de acogerse al proceso de Justicia y Paz.

Este doloroso secuestro de Melissa Martínez García, debe servir para que Colombia unida rechace siempre el secuestro, más cuando en el marco jurídico de Justica y Paz se están acogiendo todo clase de bandidos y delincuentes que terminan en libertad y responsables de actos atroces como el secuestro.

Después de conocerse las condiciones infrahumanas a que fue sometida Melissa, los colombianos deben despertar y rechazar enérgicamente esa forma de violencia y apoyar con  fuerza el trámite que cursa en el Congreso para que el secuestro y el narcotráfico no sean considerados delitos conexo al delito político, mirando hacia adelante para que el país rechace para siempre esta práctica. Este paso importante  para la tranquilidad de los colombianos debe ser tenido en cuenta como primordial objetivo de la lucha contra el narcotráfico y el secuestro.

Los colombianos ayer estaban henchidos de orgullo por los excelentes resultados arrojados por el equipo militar, policial, civil y de seguridad que estuvo al tanto de la liberación de Melissa y que trabajo estos meses haciendo una sola fuerza de labor y unión para rescatar a la empresaria magdalenense.