La realidad es preocupante más aun cuando el problema de la migración de venezolanos al país, aumenta en vez de disminuir; ahora según encuesta elaborada por el Programa Mundial de Alimentos, Pma, el ochenta por ciento de los refugiados venezolanos en Colombia sufre inseguridad alimentaria, situación que se veía venir y para la cual los colombianos no están preparados.
Las familias que huyeron de Venezuela pueden quedarse en los centros de asistencia en la frontera colombiana entre tres y cinco días y después deben partir para dejar espacio a los recién llegados, tras lo cual su situación es de extrema vulnerabilidad al no tener fuentes de ingresos para alimentarse y en el caso de que encuentren o alguien les de comida, no es ni suficientemente nutritiva ni suficientemente diversa.
El Pma está ayudando a los recién llegados pero existe una amplia falta de servicios básicos, que enfrentan riesgos de protección y no saben cuándo comerán de nuevo; ejemplo de ellos es que a pesar de esta situación de vulnerabilidad alimentaria, solo el 1,7 por ciento de las mujeres lactantes recibe algún tipo de suplemento nutricional.
Así y toda la dificultad que se presenta, hasta la fecha, el Pma ha entregado comida a los refugiados en los departamentos fronterizos de Arauca, La Guajira, y Norte de Santander; además, se han distribuido tarjetas prepago de un valor de 75 dólares a 19.500 personas en estos tres departamentos para que puedan comprar alimentos.
De acuerdo con las cifras que maneja el gobierno nacional casi un millón de venezolanos ha pasado a Colombia en los últimos meses, y la mitad lo ha hecho por fronteras informales.
El influjo de venezolanos está afectando a las comunidades de acogida, especialmente a las indígenas, que si bien han dado una buena bienvenida a los migrantes, no hay suficiente comida ni trabajo para todos, con lo cual pone a los locales en una situación complicada. Y lo es más, teniendo en cuenta que los avances logrados por el gobierno colombiano desde que acabó el conflicto con las Farc están siendo socavados por el influjo de miles de venezolanos.
Teniendo en cuenta esta terrible situación el presidente Duque, pidió a la Organización de Estados Americanos, Oea, y al Banco Interamericano de Desarrollo, Bid apoyo para que el país reciba más financiación que le permita atender la crisis de emigrantes venezolanos. Según estimaciones de la Onu, 2,3 millones de venezolanos han abandonado su país por la crisis sociopolítica que allí se vive y de ellos cerca de un millón se han instalado en Colombia, país al que 35.000 venezolanos cruzan cada día, muchos en busca de bienes de primera necesidad y otros para emigrar de forma definitiva.