Venezuela, en el ojo de la campaña

Editorial
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


La crisis de Venezuela es uno de los temas centrales del debate presidencial colombiano por el temor que causa en muchos electores un triunfo de la opción que representa el izquierdista Gustavo Petro, simpatizante declarado del chavismo y de la revolución bolivariana.

Los colombianos no son ajenos al drama de los venezolanos pues más de 660.000, según datos oficiales, se han establecido en el país, muchos de ellos en forma precaria o haciendo trabajos informales, lo que ha incrementado la sensibilidad hacia esa crisis.

Según una encuesta del pasado domingo de la firma Invamer para la revista Semana y otros medios, el 50,1 % de los consultados “cree que Colombia en un futuro puede estar en la misma situación que Venezuela”.

En época de elecciones ese fantasma ha sido citado por los candidatos de la derecha, el uribista Iván Duque, del partido Centro Democrático y líder en las encuestas de intención de voto, y el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras, del movimiento Mejor Vargas Lleras.

El argumento es que con Petro, Colombia puede iniciar el camino para convertirse en una segunda Venezuela, posibilidad que causa intranquilidad a buena parte del electorado ya que en estas elecciones se enfrentan dos modelos de país, uno de los cuales conduce inevitablemente a acabar como Venezuela.

Esa percepción se basa tanto en el pasado de Petro como guerrillero del Movimiento 19 de Abril, M-19, como en su cercanía y amistad con el régimen venezolano, por lo cual se refieren a él recientemente como el discípulo amado de Chávez.

Muchos colombianos están convencidos que el programa de Gobierno de Petro está basado en un modelo de izquierda populista y que algunas de sus propuestas, como hacer expropiaciones, llevaron a Venezuela a la crisis. Así empezó, aunque Petro no lo quiera reconocer, el régimen de Chávez: expropiando, desplazando, comprando por cifras irrisorias, destruyendo el aparato productivo.

Petro ha intentado desmarcarse del régimen venezolano con algunas críticas al gobierno de Nicolás Maduro, pero en la campaña han sido desempolvados vídeos en los que defiende la revolución bolivariana y califica a Chávez como un gran líder latinoamericano. Tampoco lo ayuda el haber sido acusado de recibir financiación del Gobierno venezolano, extremo que de confirmarse constituiría un delito ya que la legislación colombiana prohíbe a las campañas políticas recibir dinero de donantes extranjeros.

La relación con Venezuela es otro tema de la campaña, principalmente tras el triunfo de Maduro en las elecciones del pasado domingo. Todos los candidatos, incluidos el propio Petro, los centristas Sergio Fajardo, de la Coalición Colombia, y Humberto De la Calle, del Partido Liberal, han rechazado el resultado porque consideran que en Venezuela es una dictadura del siglo XXI y no se ha respetado la democracia..

El próximo presidente colombiano tendrá también entre sus retos atender la compleja situación humanitaria derivada de la llegada masiva de venezolanos, especialmente en las regiones fronterizas.

Con relación a lo anterior hay que buscar ayuda internacional para enfrentar esta crisis que ya ha provocado desórdenes, principalmente en las ciudades fronterizas de Cúcuta y Maicao, donde centenares de ellos duermen en las calles porque no tienen alternativa.

Frente a Venezuela es necesario mantener el carácter humanitario. Hay que reconocer que la fuente del problema es Maduro: es un dictador que viola la Carta Democrática y que hay que confrontar por medio de la diplomacia y los organismos multilaterales y Colombia no debe cerrarle la puerta a los migrantes pero sí tiene que buscar que Maduro, considerado un dictado, sea llevado a juicio en la Corte Penal Internacional.



Más Noticias de esta sección