Siguen las denuncias

Editorial
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Preocupantes las declaraciones del procurador general, Fernando Carrillo, quien afirmó que el país está ‘inundado en coca’ y que debe replantearse la política de erradicación de cultivos ilícitos porque no ha dado el resultado esperado.

La realidad es que el país vive “inundado en coca, sobre todo en las zonas fronterizas”, lo que obliga a pensar en un nuevo método, diferente a la sustitución voluntaria, para acabar con los cultivos ilegales, también afirmación de Carrillo, que no ha caído bien en el gobierno nacional.

Vale la pena recordar que la Onu y el Gobierno firmaron un acuerdo contra la cocaína, en el que se invertirían 315 millones de dólares en erradicación de cultivos de coca y el desarrollo de cosechas alternativas, dentro de los esfuerzos de apoyo al proceso de paz entre la jefatura de Estado y las Farc. Este acuerdo era una oportunidad para cambiar la tendencia contra los cultivos de coca en Colombia y ayudar a los agricultores a adoptar un desarrollo alternativo; pero, las cosas no salieron como las habían planeado y ahora, años después de haber prohibido la erradicación de la yerba, que es a principal fuente de abastecimiento para la Farc, los resultados eran de esperarse.

Si de aquí en adelante, como parece que está sucediendo, no ha funcionado la estrategia, pues hay que darle una última oportunidad a esa política de sustitución o habrá que pensar en otras soluciones.

El Procurador también hizo énfasis en  las regiones donde los cultivos de coca han aumentado y donde hay también cada vez más presencia del crimen organizado, grupos armados y carteles internacionales, que supuestamente han debido desaparecer; por esto, donde hay carteles, crimen organizado, poca presencia del Estado, por ende la corrupción campea.

Muchos fueron irónicos y hasta se burlaron del antecesor de Carrillo en la Procuraduría, Alejandro Ordóñez, quien ya había advertido en 2015, ante el aumento de las hectáreas de cultivos ilícitos, que Colombia estaba “nadando en coca”. Es la realidad que ahora también confirma la misma entidad pero a cargo de otra persona.

Los cultivos ilícitos en Colombia crecieron en 2016 hasta las 146.000 hectáreas, lo que supone un aumento de 52 % en un año, y un regreso a los niveles de 2001. En marzo del año pasado, se reveló que en Colombia hay 188.000 hectáreas cultivadas con coca y que el país puede producir al año 700 toneladas de cocaína, que fácilmente se pueden doblegar ante la ausencia de una política de control por parte del gobierno nacional.



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