Trump y su guerra contra el medio ambiente

Editorial
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La lucha medioambiental para frenar el cambio climático ha sufrido duros golpes durante el primer año de Donald Trump al frente de la Casa Blanca, en el que Estados Unidos ha dado un giro de 180 grados.

La salida del Acuerdo de París, la eliminación del Plan de Energía Limpia contra las emisiones, los recortes en políticas medioambientales, la expansión de las zonas abiertas a perforaciones petrolíferas y la reducción de parques naturales para su explotación son las principales decisiones tomadas bajo el mando de Trump.
El presidente de la mayor potencia mundial no cree que el cambio climático sea real y considera que fue una invención del Gobierno chino para lastrar la competitividad de la industria estadounidense.

“El concepto de calentamiento global fue creado por y para los chinos con objeto de hacer a las manufactureras estadounidenses no competitivas”, aseguró en su perfil de Twitter ya en 2012.

Estas mismas Navidades, cuando una tormenta congelaba grandes ciudades como Nueva York, el magnate volvió a Twitter para burlarse del cambio climático diciendo que, dadas las bajas temperaturas, EEUU necesitaba “una buena dosis de calentamiento global”.

El tuit desencadenó una avalancha de reacciones de los usuarios de Internet y científicos que trataban de explicar el cambio climático al presidente de EEUU. “El cambio climático es muy real a pesar de que ahora hace frío fuera de la Torre Trump”, dijo Jon Foley, director de la Academia de Ciencias de California, en la red social. “De la misma manera, todavía hay hambre en el mundo, incluso si acabas de comer una Big Mac”, agregó.

Frente a las burlas del presidente estadounidense, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), 2017 fue el año más caluroso jamás registrado en todo el planeta.

La indiferencia de Trump hacia la protección del medio ambiente quedó patente con la salida del acuerdo sobre el clima de París de 2015, convirtiendo a EE.UU. en el único país fuera de este pacto.

Los ataques del magnate al medioambiente dieron origen al movimiento “We Are Still In” (Seguimos Dentro), creado por estados, ciudades, universidades, ONG y empresas del país cinco días después de anunciar su salida del Acuerdo de París.

Si bien el abandono del pacto tuvo una gran trascendencia a nivel internacional, dentro de EE.UU. uno de los momentos fundamentales del primer año de Trump fue la cancelación del Plan de Energía Limpia, aprobado por el expresidente Barack Obama para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero.
De cara a 2018, se prevé que el reto del presidente en cuestión climática sea el reemplazo del Plan de Energía Limpia, pero también la posible vuelta al Acuerdo de París, una opción reconocida por Trump esta semana.