Una consulta para tener en cuenta

Editorial
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La jornada de votación que vivió Venezuela y los venezolanos  que viven por fuera de ese papis, dejo como lectura que más de 7,1 millones de venezolanos rechazaron el plan de Nicolás Maduro de  modificar la Constitución, un respaldo fuerte aunque no abrumador que deja a la oposición enfrentando difíciles decisiones dos semanas antes de que el líder socialista busque dar nueva forma al sistema político.

La consulta se vio empañada por la violencia porque una mujer de 61 años murió y otras cuatro personas resultaron heridas por arma de fuego después de que partidarios del gobierno a bordo de motocicletas rodearon un centro de votación colocado en una iglesia en Caracas.

La Mesa de la Unidad democrática, una coalición de más de 20 partidos opositores que, con el 95% de las actas de votación escrutadas, 7,186.170 votaron contra Maduro en la consulta. Del total de votos, 693.789 fueron recibidos a nivel internacional hasta los momentos.

El número de votos no alcanzó los 7,7 millones que logró la oposición en los comicios legislativos de diciembre de 2015 que le dieron el control de la Asamblea Nacional y tampoco los 7,5 millones que consiguió Maduro cuando llegó al poder en 2013; sin embargo, los opositores catalogaron como un éxito el acto electoral, destacando que contaron hasta con siete veces menos centros de votación en comparación a esos comicios legislativos.

Lo importante es que con respecto a la situación de Venezuela siete millones de personas hablaron y es bastante, lo que significa que se puede seguir dando la pelea, aunque algunos consideren  el resultado como satisfactorio,  a escaso tiempo para preparar la consulta; ahora los venezolanos piensan que deben seguir manteniendo la protesta en la calle, ejercer más presión.

La consulta popular se centró en tres preguntas con las que los votantes se pronunciaron en contra de la iniciativa de Maduro de convocar una Asamblea Constituyente, así como a favor de la renovación de los poderes públicos y la conformación de un gobierno de unión nacional para restituir la constitución actual. Además demandaron a la fuerza armada y a los funcionarios que obedezcan y defiendan la carta magna y respalden las acciones del Asamblea Nacional.

La consulta, no vinculante, es parte de las acciones que emprendieron líderes opositores para incrementar la presión sobre Maduro, que enfrenta casi a diario unas protestas antigubernamentales que han dejado más de 90 muertos desde finales de marzo. Con esta votación simbólica, la alianza de la Mesa de la Unidad Democrática busca boicotear y consolidar en cifras el rechazo contra el proceso constituyente, al que según algunas de las principales encuestadoras locales se opone cerca del 85% de la población.

La oposición acusa a Maduro de promover la reforma de la constitución para perpetuarse en el poder, a pesar de un creciente descontento popular alentado por la crisis económica que golpea al país suramericano, y consolidar un esquema de control político y económico similar al modelo cubano.

Sin embargo Maduro no da su brazo a torcer y expresó que  manifestó el domingo su satisfacción por el simulacro de  la batalla verdadera será la elección de los 545 constituyentes que se realizará el 30 de julio. El gobierno y la oposición iniciaron en octubre pasado un proceso de diálogo que se estancó a inicios de año, tras mutuas denuncias de las partes por incumplimientos de los acuerdos.