Después de los atentados terroristas que ha sufrido Francia, este país no se queda atrás y ahora el gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron, presentó una serie de medidas de seguridad a fin de aumentar los poderes policiales en medio de la creciente amenaza terrorista en Europa.
Un segundo tiroteo tuvo lugar en el teatro Bataclan, en el XI Distrito de París, con al menos 100 rehenes. En una brasserie cercana al Estadio de Francia, una explosión dejó al menos 10 muertos o heridos. La autoría de los ataques fue reivindicada por la organización yihadista Estado Islámico. Francia había permanecido en estado de alerta desde el atentado contra Charlie Hebdo y una serie de ataques relacionados en enero de 2015.Además, con motivo de la XXI Conferencia sobre Cambio Climático, a celebrarse en París entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre, se incrementaron las medidas de seguridad y se establecieron controles fronterizos la semana previa a los atentados. El ataque contra Charlie Hebdo se desarrolló en el 11° distrito de la ciudad, donde también se ubica el teatro Bataclan.
Durante el año 2015, Francia sufrió otros ataques menores, incluyendo el apuñalamiento de tres soldados en Niza en febrero; un ataque contra una factoría en Saint-Quentin-Fallavier en junio, que resultó en el asesinato de un empleado y el atentado al tren Thalys en agosto. El gobierno desea que el actual estado de emergencia se prolongue hasta el 1 de noviembre y que a partir de entonces entren en vigencia las nuevas normas. Actualmente el estado de emergencia tiene fecha de expiración para el 15 de julio. Sería la sexta vez que se prolonga ese status desde los ataques terroristas de París de noviembre del 2015.
La medida surge poco después de que un automóvil lleno de explosivos embistió un convoy policial en la Avenida de los Campos Elíseos de París el martes, el más reciente de varios ataques terroristas menores perpetrados en ciudades europeas. Los franceses piensa que se trata de una amenaza a largo plazo y por lo tanto se deben organizarnos a largo plazo en vez de depender de medidas temporales. La propuesta le permitiría a las fuerzas de seguridad colocar bajo arresto domiciliario a quienes presenten una amenaza particularmente grave. Tales personas aún podrían desplazarse en un radio determinado, por lo que podrían trabajar y convivir con su familia. Además se relajarían las normas para la realización de allanamientos antiterroristas, siempre y cuando sean autorizados y supervisados por un juez.
Permitiría a las autoridades clausurar templos religiosos si se determina que de allí emanan llamados a la violencia y el terrorismo, y se intensificarían las medidas de seguridad en eventos deportivos y culturales. No se trata de un estado de emergencia permanente, ya que los franceses tratan de tomar precauciones para que se respeten las libertades individuales. Algunos grupos de derechos humanos le han pedido al gobierno revocar las medidas, por temor a que lleven a la violación de las libertades civiles. Entretanto, aumentaban las tensiones entre la presidencia francesa y los medios de comunicación por la falta de acceso a eventos oficiales.
Los fotógrafos de prensa se negaron a tomar fotos de los ministros que llegaban a una reunión en el Palacio de los Elíseos, al día siguiente de una reestructuración del gabinete, en protesta por la negativa del gobierno de darles acceso a la foto oficial del nuevo equipo ministerial. Finalmente, se les dio acceso, pero sin cámaras de video.
