Los cienagueros y los habitantes cercanos al complejo lagunar de la Ciénaga Grande de Santa Marta se encuentran muy preocupados y con toda la razón: hay peligro inminente de presentarse desbordamientos por la mala colocación de 20 mil sacos, que servirían de muro de contención en época de invierno y de lluvias.
Han sido los mismos afectados los que han venido denunciando este anonimia ya que además es un riesgo para sus vidas y poco eco han encontrado en las autoridades competes como la Gobernación del Magdalena, Corapamag y la Alcaldía de Ciénaga, que se pasan el tema de un lado a otro, al mejor estilo del adagio popular, ‘como una papa caliente’.
Mientras los organismos del Estado, deciden de quién es la responsabilidad y cómo van actuar, la colocación de 20 mil sacos en el borde de la Ciénaga Grande, para evitar futuros desbordamientos del complejo lagunar en épocas de lluvias, ha sido un trabajo tirado a la borda y lo mismo que las millonarias inversiones realizadas en el mismo ya que según lo han venido denunciado los líderes comunales de la zona en cuestión, se invirtieron en estos sacos 150 millones de pesos, y esa inversión no corresponde a la calidad de esta obra, por la calidad y condiciones de los mismos, siendo a todas luces, una injusticia y falta de respeto con los habitantes de sector y con la inversión económica.
La Ciénaga Grande de Santa Marta es una albufera, extensión de agua salada separada del mar por un cordón litorial o banco de arena, ubicada al norte en Colombia, en nuestro departamento. Es el complejo lagunar más grande de Colombia y uno de los más estratégicos para la vida en el planeta. Ocupa aproximadamente 4 280 km² de los cuales 730 corresponden al espejo de agua. El volumen de agua es aproximadamente de 2 232 x 106 m³ , correspondiente a la Ciénaga Grande y 564 x 106 m³ al complejo de Pajarales.
Se caracteriza por una planicie que incluye un sistema de lagunas interconéctadas por caños. Hacia el Occidente, la planicie anterior se entremezcla con la superficie de desbordamiento lateral del río Magdalena. Hacia el Suroriente, la llanura estuarina se difunde bajo el abanico coluvio de los ríos Tucurinca, Aracataca y Fundación. Al Oriente, existe un límite claro entre la llanura estuarina y la terraza alta aluvial conocida como la “Zona Bananera” cuyo producto es el principal renglón de las exportaciones de la región. Hacia el norte el límite lo constituye una barra arenosa permeable, con lo que se permitía el intercambio de flujos de agua procedentes del mar a la ciénaga y viceversa. Así mismo, era un sistema que permitía el flujo descendente cuando llovía o sobre ella fluían aguas de escorrentía, permitiendo el lavado de sales y el intercambio de aguas. En los últimos años se han presentado cada vez más casos de actividades ilegales para secar áreas de la ciénaga, destruyéndola, para obtener terrenos con fines de lucro individual. Estas actividades se han presentado más que todo en el sur de la ciénaga, donde el robo de tierras ha causado la sedimentación del terreno y la muerte acelerada de los manglares de la misma.
La denuncia colocada por los habitantes del sector y que EL INFORMADOR publicó en días pasados, es un llamado de atención a que se tomen medidas en forma urgente y necesaria ya que los sacos, que se suponían servirían de contención, están bastante deteriorados y no cumple con los requerimientos mínimos para su función final. La denuncia de los líderes alarma aun mas ya que ellos mismos afirman que en el interior de los costales solo colocaron arena y piedra, haciendo falta el cemento que sirve para contener la fuerza del agua, cuando se desborde la Ciénaga.
A estas deficiencias hay que añadirle que lo sacos también fueron mal distribuidos, porque hay puntos o calles que no se ha puesto ni un solo de ellos, lo que sin duda se reflejara en un efecto negativo sobre el trabajo inicial que se quiso realizar.
Ahora la comunidad espera que el Alcalde Ciénaga, en conjunto con la Gobernación del Magdalena, Corpamag y otras entidades estatales busque una pronta solución a esta problemática, debido a que ya la segunda temporada de lluvias esta próxima y se debe evitar una calamidad que afecte seriamente a los habitantes del complejo lagunar.
