Un fallo para una paz más íntegra

Editorial
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El fallo de la Corte Constitucional de la semana anterior, para muchos complica el camino a la paz, algo; otros, lo califican como una victoria del uribismo, que no lo es porque ellos querían tumbar todo el ‘fast track’, lo indiscutible es que triunfó la institucionalidad del país, un fallo que brinda garantías para preservar nuestra Constitución y le renueva las credenciales al Congreso como órgano deliberante de los temas importantes.


El mensaje es claro, hay que confiar en las instituciones, las Farc y el Gobierno deben entender que la Corte está actuando sin ninguna clase de presiones; Santos hipotecó algo que no podía y ahora se ven los resultados, nadie puede garantizar un fallo en uno u otro sentido.

Y no se puede ser tremendista como Humberto De La Calle al afirmar que “la Corte puso en jaque el acuerdo”, también preocupa la reacción de las Farc, por la desafortunada expresión de su abogado Enrique Santiago al afirmar que “el Estado ha decidido demorar, si una parte incumple, la otra también”.

Es una manera de presión, a dos semanas de la entrega de armas; se equivocan, por más adverso que sea el fallo para sus pretensiones, no pueden argumentar salirse de las reglas del juego, es claro que deben acatar y respetar un fallo en derecho y mirar lo positivo, se mantiene vigente lo esencial del ‘fast track’, como mecanismo exprés para tramitar leyes y reformas a la Constitución, orientadas a garantizar el cumplimiento de los acuerdos. Además el fallo no es retroactivo y quedaron temas importantes como la Ley de Amnistía, la creación de la Jep, la ley para la reincorporación política de las Farc y el acto legislativo que lo blinda jurídicamente, prácticamente la columna vertebral que puede garantizar que el proceso no se venga al piso.

Hay que ser sensatos, la gran preocupación porque el Congreso pueda cambiar los artículos, está; pero el Gobierno tiene las mayorías y las hará valer, eso sí, la intranquilidad tiene más relación con los ‘carrotanques de mermelada’ que exigirán nuestros congresistas, además se empalmará con las elecciones, un probable coctel explosivo, muy sombrío si tenemos en cuenta la baja gobernabilidad. Deben priorizar lo que quieren canalizar por ‘fast track’ para no llevarse sorpresas de última hora.

Del Congreso saldrán unos acuerdos más sólidos y con mayor consenso, algo que estaba pendiente con todo lo ocurrido en el plebiscito, de eso se trata la democracia.

En resumen, el fallo demora un poco los trámites y puede retrasar la entrega de armas, pero ¿quién dijo que esto iba a ser expedito? Recordemos las palabras del mismo presidente Santos, que invocaba la paciencia cuando se le exigía que acelerara las conversaciones en La Habana, repetía lo largo que habían sido otros procesos en el mundo, además el premio Nobel ya se lo ganó, no hay afán.

Perseverar y seguir construyendo una paz incluyente, que abarque a los demás generadores de violencia que todavía existen y dificultan la verdadera paz, solo así se concebirá, un país con más desarrollo y menos desigualdad.