Tecnología y seguridad

Editorial
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Cámaras más sofisticadas; robots que cumplen funciones de vigilancia y los clientes sacudidos por recientes ataques en centros comerciales de Estados Unidos tal vez no noten los cambios, pero los administradores de estos lugares están empleando nuevas tecnologías y medidas para ofrecer mayor protección a la gente sin entorpecer demasiado sus compras.


La seguridad en centros comerciales es más compleja. La gente se opone tajantemente al uso de detectores de metales y de medidas de seguridad como las de los aeropuertos; por ello ensayan otras fórmulas y utilizan mensajes de texto y correos electrónicos para alertar a los inquilinos en cuestión de segundos si surge una emergencia.

La inquietud por la seguridad de los centros comerciales ha aumentado tras una serie de ataques, que pone a la gente nerviosa y consideran que este tipo de edificaciones no son seguras, a pesar que ofrecen todo clase de diversión.

Y no es que las personas estén paranoicas, pero si están pendientes de la gente a su alrededor; se fijan dónde hay salidas y en los negocios observa dónde se encuentran los vestidores y las oficinas en caso de que tenga que esconderse, pensando qué hacer si pasa algo.

Ahora los negocios están revaluando la situación e identificando las formas en que se pueden reducir los riesgos cuando alguien visita un centro comercial, más aún cuando los centros comerciales y los negocios no tienen muchas formas de prevenir incidentes, pero tienen como objetivo reducir las amenazas y buscar formas de mantener la gente a salvo.

Estudios que realiza el Consejo Internacional de Centros Comerciales todos los años en abril indican que la gente no quiere lidiar con detectores de metales ni otras medidas similares, ya que no quieren que se les impida hacer su vida normal, prefiriendo más guardias armados en los centros comerciales.

En estos lugares han ido aumentando sus medidas de seguridad desde los ataques del 11 de septiembre del 2001 y otros incidentes como uno en Omaha, Nebraska, en el 2007, en el que un joven de 19 años mató a ocho personas; trabajando con personal de seguridad especializada en torno a planes para que las fuerzas de seguridad traten de contener a alguien que amenace la vida de los demás.

En los dos últimos años, las tiendas y los centros comerciales han ofrecido entrenamiento a sus empleados usando incluso vídeos en los que se presentan balaceras. Algunos hacen que los empleados simulen participar en algún tipo de episodio y los administradores de centros comerciales realizan cada vez más ensayos de evacuaciones y colaboran con la policía, dándole acceso cuando están cerrados para que realicen prácticas.

También se apela mucho a la tecnología, aunque los expertos dicen que no hay un solo elemento que puede impedir un ataque, centrando la esperanza en las pruebas de cámaras capaces de reconocer rostros que podrían identificar a personas con antecedentes penales o que pueden registrar las placas de los autos y enviar alertas si los asocian con un delincuente o alguien que figure en una lista de terroristas.

Mientras la tecnología ayuda con la recuperación de la seguridad en este tipo de edificaciones, es importante que cada uno guarde sus propias medidas de seguridad, siempre atentos, y dispuestos a colaborar con el personal de seguridad.


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