Después que el presidente Juan Manuel Santos firmó el decreto que convoca a un plebiscito el 2 de octubre para que los colombianos manifiesten su apoyo o rechazo a los acuerdos de paz firmados entre su gobierno y las Farc, la atención nacional la acaparó la pregunta, que al ser dada a conocer, polarizo la opinión pública.
La firma del documento que se llevó a cabo en la sede de gobierno un día después de que el Congreso diera vía libre por amplia mayoría a la convocatoria propuesta por el jefe de Estado, en la Cámara de Representantes, recibió 127 votos a favor y 15 en contra, mientras que en el Senado obtuvo 71 votos positivos y 21 negativos.
Pero eso no tuvo tanta expectativa como la misma pregunta, "¿apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?".
Para algunos es una pregunta clara y sencilla que no da lugar a ninguna confusión, algo con lo que no están de acuerdo los críticos del proceso de paz, que cuestionaron la forma en que está planteada, ya que consideran que es un engaño, y es una pregunta que induce a la gente porque, ¿quién no quiere una paz estable y duradera?
Para otros la pregunta es el título original del acuerdo entre el gobierno y la guerrilla, de manera que lo que se está poniendo a consideración de los colombianos es el acuerdo con título original, es totalmente coherente.
Otros ya comenzaron a hacer política, con la pregunta y hasta dicen estar listos para recorrer el país con la pregunta, a pesar que como afirmar que es tramposa porque induce al votante con juicios de valor.
Sin embargo, muchas son las dudas que hay ya que consideran que votará por el no porque todo eso es un engaño, por que negociaron muchas cosas por debajo de la mesa y porque todo es un farsa. Pero también hay quienes son optimistas sobre el acuerdo de paz entre el gobierno y las Farc porque es bueno para todos nosotros y que por eso votará por el sí.
Para que la consulta popular sea aprobada se necesitará un poco más de 4,5 millones de votos de los 35 millones de ciudadanos aptos para sufragar, según cifras de la Registraduría Nacional del Estado Civil, la entidad encargada de organizar los comicios.
El jueves Santos dio la orden de cesar las confrontaciones contra las Farc en su calidad de jefe de las fuerzas armadas y lo propio hizo el domingo desde La Habana el máximo jefe de esa guerrilla, Rodrigo Londoño o "Timochenko". El cese bilateral y definitivo del fuego entró en vigor el lunes y las Naciones Unidas y observadores internacionales estarán a cargo del monitoreo del fin de las hostilidades y el funcionamiento de las zonas a las que arribarán de manera transitoria los guerrilleros mientras se realiza el desarme.
Mientras la ciudadana comienza a sentar su opinión, la semana transcurrió en vilo con estos dos actos que cierran la mesa de negociaciones de La Habana, esperando solamente que comience a socializarse el acuerdo y que los guerrilleros aclaren su posición con respecto a la entrega de los menores de edad.
