Diálogo constructivo

Editorial
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Los expresidentes y el Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas se reunieron ayer con representantes de la oposición para evaluar los avances en el proceso de diálogo que busca una salida a la compleja crisis que enfrenta Venezuela.


Para esto una delegación de dirigentes de los diferentes partidos opositores se reunieron con los exmandatarios José Luis Rodríguez Zapatero, de España; Leonel Fernández, de República Dominicana, y Martí¬n Torrijos, de Panamá, y el secretario general de la Unasur, Ernesto Samper.

Como este es un proceso largo, que necesita de mucha mediación, los venezolanos se encuentran desesperados ya que la situación es bastante difícil. Todos están a la expectativa de recibir la respuesta de los mediadores sobre las exigencias que realiza la alianza Mesa de la Unidad Democrática para ir a un diálogo con el gobierno. Estos requisitos incluyen la incorporación de un representante del Vaticano en el proceso, la liberación de un grupo de los llamados presos políticos y la definición de un cronograma para un eventual referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro, algo que seguramente el mandatario no va a aceptar, ni muchos menos apoyar.

Sin embargo, la oposición ha logrado avances para la designación del representante del Vaticano y la liberación de algunos detenidos, pero la gran duda sobre estos diálogos y su eficacia, es si el presiente Maduro acogerá las decisiones que salgan de estos planteamientos.

Sin ofrecer mayores detalles, la canciller Delcy Rodríguez indicó que estas reuniones fueron de trabajo, como restándole importancia a la mismas; de allí se puede ya pensar el talante del gobierno con respecto a estos diálogos que se han presentado después de 10 días de reuniones similares que tuvieron los exmandatarios con los representantes del gobierno y la oposición en la capital venezolana, que siempre ha sido clara con respecto a la situación que vive el pueblo venezolano.

Por su parte, la posición de Maduro también deja muchos recelos acerca de los diálogos, ya que advirtió que no aceptaría condiciones para ir a un diálogo con la oposición y que el referendo revocatorio no se puede presentar este año, a lo que muchos se preguntan entonces para qué dialogar.

El proceso que impulsan desde mayo los expresidentes y la Unasur ha recibido el respaldo de la comunidad internacional que sostiene que los diálogos representan una salida a la compleja crisis que afronta Venezuela, donde hay una desbordada inflación y severos problemas de escasez de alimentos, medicinas y otros productos que han generado protestas callejeras y saqueos de comercios.