Cuando el Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, confirmara que el Eln tiene en su poder a tres periodistas colombianos, diversos sectores de Colombia exigieron su inmediata liberación y se pronunciaron ante este crimen tan atroz que es el secuestro y el atentando a la libertad de prensa y expresión.
Los periodistas no pueden seguir convertidos en un botín ni para la guerra ni para la paz. Los periodistas tienen que ejercer libremente esta actividad que es para la democracia.
El jueves, el gobierno informó que el Eln tenía secuestrados desde hace varios días en el noreste colombiano a los periodistas Salud Hernández-Mora, Diego D’pablos y Carlos Melo. La española Hernández-Mora desapareció el sábado en el municipio de El Tarra, en la región del Catatumbo y en la frontera con Venezuela, cuando realizaba una investigación periodística. Ayer, fue liberada. En tanto, de D’pablos y Melo se perdió el rastro el lunes cuando averiguaban en la misma zona por la suerte de Hernández-Mora; dicen que los liberarán hoy o el domingo
A pesar que el gobierno colombiano se demoró en reconocer estos secuestros, hasta ahora el Eln no se ha pronunciado oficialmente sobre el caso. Apenas dan muestra con esto de lo que son capaces de hacer, si no se accede a las negociaciones en sus términos.
Ayer fue Salud Hernández-Mora y D’pablos y Melo; mañana cualquier otro colombiano, es el que puede sufrir este delito del secuestro, que pensábamos que se había acabado en el país, pero desafortunadamente esa acción criminal revive con más fuerza.
Con base en la información de inteligencia recogida hasta el momento, el Ejército de Liberación Nacional es el responsable de esta desaparición de estos tres profesionales ante lo cual los colombianos exigieron su pronta libertad y la de todos los secuestrados de Colombia, por lo que ya se han realizado jornadas de protestas de periodistas en cinco ciudades colombianas para exigir al gobierno que haya acciones verdaderas para la pronta liberación de los comunicadores. Y con toda razón.
En lo que va del año, ha habido 70 agresiones contra la prensa con 76 víctimas y es triste que el gobierno, cinco días después de los hechos, tenga que salir a reconocer que hay un secuestro cuando eso se dijo desde el primer día. El gobierno no puede lavarse las manos y decir que la responsabilidad respecto de los tres periodistas recae en el Eln porque es el gobierno el que debe responder ya que es muy grave que por sus ojos le pasen a secuestrados.
El Catatumbo es un territorio de unos 3.460 kilómetros cuadrados con miles de hectáreas de cultivos de coca y siete poblados. Allí operan varios grupos guerrilleros, las narco-paramilitares bandas criminales y narcotraficantes. Y eso, es territorio colombiano, no de los delincuentes.
