El encuentro en Cuba

Editorial
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Cuando el papa Francisco y el patriarca de la Iglesia rusa ortodoxa Kirill se vean cara a cara hoy viernes en Cuba se habrá anotado una victoria diplomática sin par: haber conseguido ser la sede del primer encuentro en mil años de los líderes de ambas religiones cristianas y de una posible reconciliación simbólica entre Oriente y Occidente.

 

La cita abrirá, para la pequeña nación caribeña, un año en el que se espera la visita del presidente estadounidense Barack Obama y el cierre de las negociaciones de paz entre la guerrilla de las Farc y el gobierno colombiano para dar fin al conflicto armado más largo del continente.

Ambos sucesos más la visita de los líderes religiosos pondrán a la isla en el mapa mediático y también afianzará la imagen de una Cuba más abierta al mundo y un sitio apropiado para adelantar negociaciones.

De actor revolucionario, aislado entre los estados del hemisferio occidental, con la excepción de México y Canadá, Cuba ha pasado a ser vista como un país en trasformación, insertado en el orden internacional vigente y varios de esos actores del status quo como el gobierno colombiano y el papado quieren aprovechar las credenciales que Cuba tiene. Si todo va según lo previsto el presidente cubano, Raúl Castro, consolidará un legado de política exterior que los expertos perciben como de menos confrontación que el propiciado por su hermano el ex gobernante Fidel Castro en el marco de las tensiones con Estados Unidos y el envío de tropas cubanas o consejeros a África, Asia y América Latina.

Los jerarcas religiosos aprovecharán su tránsito por la región para adelantar el histórico encuentro: Francisco aprovechará su viaje a México y Kirill su gira latinoamericana que contempla además de la visita a la pequeña comunidad ortodoxo cubana y a las autoridades locales, un recorrido por Paraguay, Chile y Brasil. Hasta donde se conoce el Papa, quien ya estuvo en septiembre pasado en Cuba, y el Patriarca se entrevistarán en un salón de protocolo aeropuerto 'José Martí de La Habana' para sellar una reconciliación luego de un cisma que distanció a la iglesia de Roma y a la de Rusia en el año 1054. También darán a conocer una declaración conjunta.

Aunque el tema parezca tan ajeno a Cuba, la elección del terreno que las partes de ambas iglesias calificaron de neutral a lo largo de las conversaciones previas de años y la situación del gobierno de Raúl Castro por estos días luego del deshielo con Estados Unidos, no pasó desapercibido para los analistas. Además el bajo nivel de peligrosidad debido a la ausencia de terrorismo y un cuerpo diplomático extendido por todo el mundo que por su diversidad de contactos le permite mostrarse como un interlocutor válido a pesar de ser una isla pequeña.

De cualquier manera la reunión milenaria del patriarca y el papa Francisco traerá para Cuba algunos beneficios, en lo inmediato todos los reflectores de los medios de comunicación apuntarán a la pequeña isla del Caribe, mientras contribuirá a forjarse el prestigio de nación que contribuye a la paz mundial.