Pura distracción y sofismas

Editorial
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El presiente venezolano es un verdadero mago de los sofismas de distracción. Maduro, tan dado a denunciar atentados, inminentes invasiones provenientes de Estados Unidos y planes subversivos orquestados por la Cia, la oposición y los paramilitares colombianos, ha vuelto a apelar a la tensión en la frontera para desviar la atención de los verdaderos problemas que ahogan al país.

 

Los sofismas de Maduro  vienen  de todas partes del mundo, menos de la realidad nacional. El Gobierno venezolano vive en una permanente crisis. Para ser más exactos, ante su probado fracaso al frente de Venezuela durante 16 años, el chavismo necesita de las crisis para revivir el nacionalismo y que la gente solo este pendiente de ese honor patrio a pesar del hambre que puedan estar pasando.

El presidente es bastante astuto. Sabe que este es un año electoral y crucial. El chavismo, representado por Maduro, busca en las crisis la vía de escape a crisis presentes y futuras. El chavismo se sabe, se presiente, acorralado en las futuras elecciones legislativas y apela nuevamente a la tensión fronteriza con Colombia para, sospechan muchos, ampararse en un estado de excepción y, quizás, evitar una derrota en las urnas.

Lo lamentable esta vez es que, de tanto jugar a las crisis, Maduro esta vez ha creado una de alcance humanitario. La tragedia de los colombianos empiezan por sacar las cositas; la gente las transporta  por trochas y se llevan  muebles, escaparates, peinadoras y todo lo que puedan cargas, hasta motocicletas.

El éxodo ha sumado a las deportaciones que han realizado las autoridades venezolanas de 1.118 colombianos indocumentados y podría agravar la compleja situación que enfrenta la ciudad fronteriza de Cúcuta, limítrofe con Venezuela, que tiene más de medio millón de habitantes y donde se declaró el estado de calamidad ante la llegada de cientos de personas, en su mayoría pobres. Denunciando malos tratos y quejándose porque les robaron o les quitaron pertenencias, llegó un nuevo grupo de 36 colombianos que salió de Venezuela en calidad de deportados y fueron atendidos por Migración Colombia y la Cruz Roja, que se encargan de las atenciones humanitarias iníciales, tanto en Paraguachón como en Maicao, hasta que puedan ser remitidos a sus lugares de destino final.

O sea, comienzan las deportaciones por el otro puesto fronterizo, Maicao.

El cierre de los cruces fronterizos con Colombia, aparejado a la deportación de más de 1.000 colombianos, ha separado familias y provocado un lamentable éxodo que llevó al expresidente Andrés Pastrana a catalogar a Maduro como de  Trump latinoamericano haciendo relación a la campaña de segregación que lleva a cabo el magnate millonario contra los latinos en Estados Unidos.

La situación se complica cada más por el desatino  que ha tenido Maduro en manejar las relaciones con nuestro país. Bueno, siempre le queda el recurso de violentar los resultados, dirían otros. Maduro necesitas las crisis. Los venezolanos necesitan un cambio de rumbo. Venezuela necesita un liderazgo que brinde soluciones en lugar de crear problemas.



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