En el horizonte oscuro de la noche,
donde se atreve el cielo besar al mar,
la luz tenue de la luna en derroche,
me produce deseos infinitos de amar.
Te miro convertida en mar de amor,
tus olas salvajes me conducen a ti,
resaca infinita y besos allá en alcor,
anuncian que de a poco, entro en ti.
Marejada de besos y cadencia de olas,
barco a la deriva en tu mar profundo,
movimientos intensos al estar a solas,
cautivados aromas de tu ser que inundo.
Te siento y me sientes en el mar bravío,
espasmos y orgasmos de locura total,
pasión y lujuria en tardes de extravío,
entrega infinita de este amor sin final.