Para el expresidente el acuerdo aún se puede reorientar antes de poner en riesgo la democracia. Sigue acusando de una posible conspiración al gobierno Santos ante el caso de Andrés Felipe Arias en EEUU.
Por Mario Ibarra Monroy
Redacción EL INFORMADOR
Santa Marta fue la primera ciudad donde oficialmente el senador Álvaro Uribe arrancó la campaña del no al plebiscito. El comunicado en el cual su fuerza política mencionaba apartes de las 297 páginas donde estaba lo pactado entre las Farc y el Gobierno, fue leído por el mismo expresidente ante empresarios en la mañana del pasado viernes.
Apenas empezaba una jornada que lo llevaría a tres escenarios distintos, pero un público que comparte gran parte de su retórica y que hace parte de una ideología, que sin duda es la única oposición visible al mandato de Juan Manuel Santos, no dejando de tener protagonismo dentro y fuera del país.
El tema de la paz y de su futuro con la guerrilla de las Farc ha marcado el derrotero temático de la opinión pública, los medios informativos y hasta los propios estamentos del Estado, no solo por el nivel sublime que se está llevando este acuerdo por parte de quienes lo promueven, sino por el discurso que crítica férreamente la forma de llevar el Presidente el proceso de paz, y que lidera su contradictor político número uno.
En esa tónica lo encontramos, igual que en sus correrías cuando su mandato, viajando por toda Colombia; esta vez con el afán de ganarle no solo al incontenible creciente del sí, sino también al tiempo tan corto para hacer su propia pedagogía.
¿Siente apoyo en las regiones visitadas?
“Hay muchos colombianos preocupados, todos queremos las paz, pero muchos compatriotas ven que estos acuerdos van a proveer de más dificultades a Colombia. Por eso decimos sí a la paz, pero no al plebiscito.
Hay manera de recomponerlo, porque los puntos críticos no son muchos, pero son graves, ahí está por ejemplo el tema de la remuneración de los guerrilleros. Reorienten los acuerdos sin arriesgar la democracia ni la institucionalidad de las Fuerzas Militares”.
No es el único que viene haciendo este trabajo de ir por las capitales y municipios, pero es la figura representativa que alienta a quienes dudan de lo pactado en La Habana y aquellos que no aceptan en lo absoluto el documento de 297 páginas entregado al Congreso para su aprobación.
“Quienes han atentado con esta democracia, secuestrando miles de personas, convirtiendo a Colombia en el primer productor de coca en el mundo, violando niños, pueden llegar a ser los gobernantes del país.
Los más grandes exportadores de droga no van a tener extradición ni cárcel en Colombia, qué va a decir el mundo entero, cuando se entere a cabalidad que no va a haber justicia”.
Uribe habla del artículo 60
El artículo 60 del acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, reza en uno de sus apartes: “Las sanciones propias de la JEP (Justicia Especial para la Paz), que se impondrán a quienes reconozcan verdad y responsabilidad ante la Sala de Reconocimiento, respecto a determinadas infracciones muy graves, tendrán un mínimo de duración de cumplimiento de las funciones reparadoras y restauradoras de la sanción de cinco años y un máximo de ocho años”.
“Si usted lee el artículo 60 de los acuerdos encontrará a estos individuos yles bastará reconocer un delito que cometieron para no ir a la cárcel”.
Para el expresidente es una vergüenza ante el resto de las naciones: “¿Qué va a decir el mundo, la Corte Penal Internacional?, ¿qué van a hacer con los disidentes de las Farc, el ELN y las bandas criminales?, cuando no habrá castigos para los que se desmovilicen”.
El caso Arias
Ante la detención en días pasados del exministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, en los Estados Unidos dice sentir dolor por el presente de uno de sus jefes de gabinete.
“Si usted revisa la sentencia contra Andrés Felipe Arias, no hay un solo renglón que diga que él se robó un peso. Un grupo de juristas independientes hizo un estudio de la sentencia y dijo que era injusta.
Lo que hay aquí es una enorme presión del gobierno por extraditarlo. El gobierno Santos está empeñado en extraditarlo y meterlo a la cárcel, que injusticia”, afirmó el exmandatario
Comparó el caso con el de la exdirectora del DAS, María del Pilar Hurtado, “cuando se exilió en Panamá, el presidente Santos consintió ese asilo y después presionó al gobierno de Panamá para que la devolviera”.
