Lo que se cree es el 'cartel del agua' en Santa Marta, ante la sequía que afecta a la ciudad por estos días, se descubrió ayer, luego de que inmovilizaron dos carros tanques, cargados con agua potable, líquido que había sido sustraído de forma ilícita de un tubo madre de la planta El Roble de Metroagua, la empresa encargada del manejo del acueducto y alcantarillado de la ciudad.
El agua, según peritos de Metroagua, estaba contaminada, "pero sólo la que transportaba uno de los vehículos cisterna, ya que se encuentra bastante deteriorado", dijo el jefe de la oficina jurídica de la empresa, el abogado César Camacho, quien fue entrevistado por EL INFORMADOR a la entrada de la Unidad de Reacción Inmediata, URI, de la Fiscalía seccional, en donde los dos automotores y sus respectivos conductores, eran judicializados, ya que habrían sido cometidos en un delito tipificado en el código penal.
El agua, muy apreciada por estos días de calurosos, por la escasez de lluvia, lo que ha obligado a Metroagua a sólo suministrarle el líquido a los habitantes de Santa Marta de manera escalonada o dos veces a la semana, al parecer, había sido robada del acueducto mismo de la ciudad con el fin de vendérsela después a los samarios.
"Sin dudas es un cártel, pues cada carro tanque pertenece a dos dueños distintos, además, el agua la tomaban de forma ilegal del acueducto, lo que hace pensar que se trata de todo una organización ilícita vinculada al transporte del preciado líquido en la ciudad con fines lucrativos a costa de la urgente necesidad que viven los samarios”, precisó un investigador policial que estuvo al frente del operativo que dio con las retenciones de los dos carros tanques.
Como sucede con la gasolina de contrabando o aquella que es robada de los poliductos de Ecopetrol en el país, al parecer, según quedó demostrado ayer, se venía formando o ya estaba en sus inicios el cartel del agua en la ciudad. El mismo investigador policial le dijo a EL INFORMADOR, que se continuarán con las pesquisas, para llegar hasta el fondo y desmantelar de una vez por todas esa ‘red’ en la urbe.