El oscuro y silencioso mundo de hechicería y ritos satánicos

Judiciales - Local
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Los sorprendentes hallazgos de elementos que son utilizados en rituales diabólicos o magia negra en el emblemático cementerio del centro histórico de Santa Marta "San Miguel", ya no representan pánico y temor entre los sepultureros que día a día detectan extraños objetos que son relacionados a un culto satánico.

La diaria convivencia del personal de cavadores en una zona silenciosa y con ambiente lúgubre, se ha convertido en algo normal y nada del otro mundo para esos humildes trabajadores encontrar dichos objetos de 'poder maligno', mientras que a otros ciudadanos les provocaría un verdadero cataclismo.

Algunos testimonios basados en hechos reales, dan cuenta que desde el año 1927 vienen ocurriendo estos actos de ocultismo en el mencionado camposanto, donde se creó un mito que la tierra de cementerio o espíritus de muchas personas fallecidas, fortalecen la hechicería y ritos al demonio. Lo peor aún, es que dichas creencias persisten en los actuales momentos.

Prueba de ello, es el relato del sepulturero más antiguo del "San Miguel", Láscides Bolaño, al revelar que en las cinco décadas que lleva laborando ha recibido infinidades de ofrecimientos por desconocidas personas, requiriendo restos de cadáveres o pernoctar en el sitio sacramental para emprender un malévolo contacto de comunicación con seres del más allá o el mismo demonio.

"Ha sido muy duro lo que he vivido acá, primero no fue normal adaptarme a toda esta porquería, pero ya lo superé… prefiero mi propia tranquilidad y la de los difuntos, que vender mi conciencia entregando huesos u hostias de la parroquia. Y lo peor aún, siguen rondando esas personas que catalogo como hijos del diablo porque la verdad no le encuentro sentido a esa pendejada", aseveró.

Los continuos descubrimientos de tenebrosos emparejados muñecos elaborados en tela o algodón, sumado a fotografías de hombres o mujeres, pañuelos, cabellos, pinta labios, pollos disecados en cascaras de coco y gatos sacrificados, es algo común que observan los sepultureros quienes valientemente agarran con sus propias manos y sin guantes de protección esos objetos que para muchos poseen poderes maléficos.

"Todos los días vemos a mucha gente haciendo esas porquerías a un lado de las tumbas u osarios, creyendo que se comunican con los muertos o pidiéndole al alma del difunto que lo ayuden o para hacerle mal a otro. Incluso, hacen brujería acá en el cementerio porque creen que la tierra tiene un fuerte dominio en el mal, creyendo que así amarran a sus parejas… Y la verdad no creó en esas bobadas, por eso cuando veo todo eso, lo voto o quemo para evitar que esa magia afecté a cualquiera, sólo creo en el poder divino de Dios", aseguró Jorge Cotes Córdoba, ayudante en el San Miguel.

Por cierto, algunos testimonios de moradores ratifican el oscuro y silencioso panorama que se presenta en el cementerio más antiguo del Distrito. Muchos coinciden al reafirmar acerca de la presencia de jóvenes y adultos en horas nocturnas rondando el camposanto. Incluso, la existencia de los supuestos integrantes del ocultismo, provocan temor y zozobra entre los habitantes de las Calles siete y ocho entre Carreras 21 y 19 sector conocido como "Bucherito" del centro histórico, ya que aún queda el amargo recuerdo del año 2005 de la extraña muerte del menor Héctor Fabio Henríquez Cabana, de 15 años, que fue entregado por su hermano Rafael Eduardo Henríquez -condenado por el delito de Homicidio- a una secta satánica para ser sacrificado por una secta diabólica en un ritual y de esa manera ingresar al mundo de lucifer.

"Desde hace tiempo, venimos denunciando la presencia de esos endemoniados que se visten de negro y que al parecer son de la secta satánica llamada Hermandad Andretti Generación 2005. Dicen que esas personas tienen responsabilidad en la muerte de un indefenso muchachito que vimos crecer y correr en el parque, pero todo sigue igual, el jovencito murió en manos de los diabólicos y aún siguen frecuentando no sólo esta zona sino que además acceden al cementerio como Pedro por su casa", afirmó un habitante del sector que pidió mantenerse en el anonimato por razones de seguridad.

Versión de la iglesia católica

Para el párroco de la capilla "San Miguel", Fajid Yacub, lo acontecido en el cementerio y que son divulgados por distintos medios de comunicación no lo toma fuera de base. Por cierto, es consciente y realista de las adoraciones que se practican allí en honor al demonio.

El sacerdote admite que al asumir esa capilla, le tocó emprender una ardua tarea. En varias ocasiones escuchó versiones de ritos y sacrificios que le hacían a gatos o perros, por lo que optó a enfrentarse a brujos, drogadictos y ladrones que frecuentaban el campo santo para darle otro ambiente al sitio.

"Al momento de oficiar misas en la capilla me enteré que los martes, jueves y sábado, varios sujetos se trepaban los muros del cementerio para hacer sus porquerías o magia negra. Ellos decapitaban un gato negro o un perro y esparcían la sangre en la parte céntrica del camposanto, además dejaban varios manuscritos que era utilizados para rendirle honor a satanás. Me propuse acabar con esos sinvergüenzas y aunque logré ahuyentarlos, aún siguen presentándose cosas raras", expresó

Sin embargo, Fajid Yacub, tiene su propia explicaciónfrente a este tema, donde innumerables de muertos son buscados para hacer parte de la hechicería y rituales.

"La envidia, intolerancia y falta de conocimiento en la palabra de Dios, ha conllevado a que muchas personas en Santa Marta utilicen magia negra o rituales satánicos.
Estoy completamente seguro que está maléfica práctica lo toman como negocio porque cuando uno cree en un ser superior como Dios no se pone en todas estas pendejadas.
Muerte del "Bucherito"

El caso más reciente donde las autoridades confirmaron la presencia de una secta satánica ocurrió el 29 de agosto del 2005. Ese día fue encontrado en un lote contiguo a la carrera 16 E con calle 17 de Santa Marta el cuerpo sin vida de Héctor Fabio Henríquez Cabana, de 15 años. El joven había desaparecido la tarde anterior. Su cadáver presentaba ocho heridas con arma blanca: tres en el cuello, cinco en el pecho y una en el brazo izquierdo.

Debido a los relatos de los menores Sindry Patricia Rodríguez Escobar y Gustavo Adolfo Redondo Suárez, pero en especial al del hermano mayor de la víctima, Rafael Eduardo Henríquez Cabana, las autoridades adoptaron la hipótesis de un asesinato ritual satánico, es decir, el cometido por una organización que en la clandestinidad se rige por un sistema de creencias radicalmente opuesto al cristianismo y realiza sacrificios de seres humanos.

A raíz de ello, la Fiscalía General de la Nación ordenó la apertura del proceso penal y vinculó a varias personas, entre ellas, a Marlon Martínez Hurtado, (médico ginecólogo), César Enrique Rojano Rodríguez (empleado de un almacén de calzado) y Nelson Javier González Gelvis, (este último, declarado persona ausente). Les resolvió la situación jurídica y los acusó como coautores responsables de la conducta punible de homicidio agravado.

Los procesados son miembros de una secta satánica llamada Hermandad Andretti Generación 2005. Para ingresar, Rafael Eduardo Henríquez Cabana suscribió un contrato por el cual debía someterse a una "prueba del desprendimiento", esto es, la de entregar a un ser querido. Él decidió desprenderse de su hermano menor. Con tal fin, le pidió al menor Gustavo Adolfo Redondo Suárez que condujera a su pariente al barrio San Martín, cerca de la línea férrea. Allí lo abordaron unos individuos que a la fuerza se lo llevaron en un automóvil.

El sacrificio de Héctor Fabio Henríquez Cabana tuvo lugar la noche del 28 de agosto de 2005 en la playa de Los Cocos, cerca de la desembocadura del río Manzanares. Estando atado de pies y manos, el menor fue apuñalado por los adoradores del demonio varias veces. Así mismo, vertieron su sangre atado de pies y manos, el menor fue apuñalado por los adoradores del demonio varias veces. Así mismo, vertieron su sangre en un cáliz para luego bebérsela.

Marlon Martínez Hurtado, alias "Cristopher Andretti", es el líder de la sociedad satánica. Fue quien le manifestó a Rafael Eduardo que su hermano Héctor Fabio había sido escogido para la inmolación.También fue uno de los que apuñaló a la víctima. César Enrique Rojano Rodríguez, durante el rito, sujetó por el cuello a Rafael Eduardo Henríquez Cabana para que no fuera en auxilio de su pariente. Luego le mordió los dedos y lo tiró al suelo. Y Nelson Javier González Gelvis, fue uno de los raptores del sujeto pasivo cuando fue interceptado en el barrio San Martín.

Ejecutoriado el pliego de cargos, correspondió la etapa siguiente al Juzgado Tercero Penal del Circuito de Santa Marta, despacho que absolvió de toda responsabilidad a Nelson Javier González Gelvis, pero condenó a Marlon Martínez Hurtado y César Enrique Rojano Rodríguez, en calidad de coautores del delito imputado, a la pena principal de 30 años de prisión.

Por Idinael Fernández Caballero