Hora 6:10 p.m.
El depósito más importante de víveres de camarones de Riohacha de nombre La Bendición de Dios, fue consumido por un incendio en la mañana de este miércoles.
Las primeras llamas fueron observadas por un niño que transitaba cerca del depósito. El menor puso en alerta a los mayores quienes se acercaron confirmando que, en efecto, el fuego ya estaba haciendo estragos dentro del establecimiento comercial y por eso corrieron a pedir ayuda en la estación de Policía.
Eran las 6:30 de la mañana y la comunidad se puso en movimiento enseguida. Unos corrieron para avisarle al ingeniero ambiental José Ignacio Barros Fuenmayor, propietario del negocio y otros tomaron los celulares para llamar a los Bomberos de Riohacha.
En poco tiempo había decenas de hombres y mujeres frente al depósito de víveres, pero nadie pudo hacer algo por evitar que el fuego lo consumiera todo ya que las puerta del negocio estaban cerradas.
Los habitantes sostienen que se llamó a los bomberos y estos llegaron un poco retrasados, pero el grave problema fue que cuando se quedaron sin agua, no había un hidrante habilitado de donde tomar el líquido y por eso hubo más angustia y terminaron viendo cómo se consumía el negocio por la candela.
Al final el fuego terminó por completo con las mercancías. Igualmente la vieja casona, cuyas paredes habían sido construidas con adobe bahareque, cedieron ante el descomunal poder destructivo del fuego. La casa se vino abajo y las dos viviendas contiguas también resultaron afectadas. Según los estimativos, las pérdidas totales son cercanas a los cincuenta millones de pesos.
Un negocio que generaba empleo
En La Bendición de Dios, había tres personas laborando cada día, más el empleo de su propietario. Se trataba de uno de los negocios clásicos de los pueblos del Caribe, en donde se encuentra casi de todo. En esta miscelánea funcionaba un depósito de víveres, una ferretería y hasta una droguería.
No se registraron heridos y se presume que todo inició por un corto circuito.
Información tomada de ElHeraldo.co
