Hermanos Nule y un socio condenados a 8 años de prisión

Judiciales - Nacional
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La Juez 36 Penal del Circuito de Bogotá, con funciones de conocimiento, condenó a ocho años y medio de prisión a los hermanos Miguel Eduardo y Manuel Francisco Nule Velilla y a Guido Alberto Nule Marino, mientras que a Mauricio Galofre Amin le anunció sentencia de ocho años y un mes, por su participación en el llamado carrusel de la contratación en Bogotá.

En la sentencia la juez exigió a los hermanos Nule y su primo al pago de 610 salarios mínimos mensuales legales vigentes, al tiempo que los inhabilitó por 96 meses para que desempeñen cualquier cargo público.

En contra de Mauricio Galofre Amín, socio de los Nule, ordenó también el pago de multa por 600 salarios mínimos mensuales legales vigentes y la inhabilidad por 90 meses para desempeñar cualquier labor pública.

Durante una audiencia pública, la juez constató que cada uno de los sentenciados aceptó de manera libre y voluntaria los delitos de concierto para delinquir, cohecho por dar u ofrecer, falsedad en documento privado y fraude procesal, todos ellos en concurso homogéneo y sucesivo en concurso heterogéneo.

Por su parte el Fiscal 3° Delegado ante la Corte Suprema de Justicia indicó que los hechos por los cuales se les condenó tienen relación con los contratos 137 de 2007, fase tres del Transmilenio y los contratos 071 y 072 de malla vial.

Dijo el fiscal del caso que el contrato 137 del 2007 tuvo un costo de 315 mil 380 millones de pesos, cuyo objeto era el arreglo de la Calle 26.

Expresó además, que en lo relacionado con el contrato 071 de 2008, este tuvo un costo aproximado a los 87 mil 318 millones de pesos, dinero que debía haber sido invertido en arreglos de malla vial.

Por otra parte, el contrato 072 de 2008 alcanzó un costo de los 100 mil 487 millones de pesos.

La audiencia se desarrolló sin la presencia de los cuatro condenados, pues mediante documentos enviados al despacho se excusaron por la inasistencia.

Los condenados ya cumplen una pena de 15 años de prisión en establecimiento carcelario, luego de aceptar el delito de peculado por apropiación, dentro del proceso del carrusel de la contratación.