Un caso de presunto abuso de autoridad y agresión policial en la madrugada de ayer domingo denunciaron un padre y su hijo quienes residen en una vivienda del barrio Los Girasoles en el suroccidente de Barranquilla.
De los hechos responsabilizan a 12 integrantes de la Policía Nacional.
Los afectados aseguraron que a eso de las 4 de la mañana, Royman Arroyo Arteaga, de 24 años de edad, fue agredido por un agente que le solicitó una requisa cuando transitaba de regreso a su hogar después de haber estado departiendo con unos amigos en el barrio Simón Bolívar.
El muchacho se molestó porque el agente le metía las manos en los bolsillos, a las malas. “No me metas las manos, yo te muestro todo lo que está aquí”, dijo el joven.
Entonces, como no le gustó, la Policía “me aplicó el dicho ‘al que no le gusta el caldo le dan 2 tazas’, fueron 2 los policías abusivos que me requisaron de forma atrevida”.
Relató que en la discusión, “uno de los policías me pegó una trompada en la boca”. Intimidado el joven se fue hasta su casa y hasta allá se fueron 12 policías más.
El papá, Royman Arroyo Pacheco, quien le abrió la puerta de la casa a su hijo le dijo a los agentes que llegaron al instante: “ya agredieron al muchacho, voy a averiguar qué fue lo que pasó” y cerró la puerta.
“Entonces fue una lluvia de piedra y patadas la que cayó sobre la vivienda, reventaron la puerta, ingresaron al inmueble e hicieron otros daños que ascienden a 2 millones de pesos” describió.
Indicó también que además de los daños en la puerta de la casa “dieron la vuelta y partieron la ventana”.
Por la bulla, vecinos del sector salieron a defender al vecino y a menguar los ánimos. “Lo que dijeron era que el problema no era con ellos y eran unos caras de $%&” dijo el padre del joven.
Papá e hijo indicaron que tratando de enmendar el error, una patrulla de la Policía se presentó en la mañana de este domingo para decirles que “dejen las cosas así”.
Con lo que no contaron los uniformados fue con las prueba que tienen los afectados pues además, uno de integrantes de la Fuerza Pública dejó olvidada su cachucha oficial, la que será presentada ante la Fiscalía para que se pruebe que pertenece a uno de los policías que sin orden judicial irrumpieron en el lugar. La denuncia ya está hecha ante los medios y ante la Fiscalía.