Luego de casi siete horas de discusión en las salas de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá, por razones de paro judicial, el Juez 22 de conocimiento consideró que el proceso contra el hacker Sepúlveda es demasiado extenso y tomar una decisión como un preacuerdo requiere de un estudio sesudo, cosa que en su criterio no se puede cumplir a vísperas de la vacancia judicial, por eso le da una nueva fecha, el otro año.
Hasta el 13 de febrero se conocerá entonces si las intenciones de negociar que tiene la Fiscalía con el hacker se acomodan a ley. De ser así a Sepúlveda se le juzgará por los delitos de espionaje, concierto para delinquir, acceso indebido de comunicaciones, cohecho y simulación de investidura, por los que pagará al menos 10 años de prisión, eso pidió la Fiscalía, y eso mismo rechazó la Procuraduría.
Sepúlveda pasará de ser investigado a testigo en el proceso por las chuzadas ilegales a los diálogos de paz, desarrolladas tanto desde su oficina como en la sala fachada del Ejército conocida como Andrómeda.
La audiencia que buscó los beneficios por colaboración del hacker se adelantó, nuevamente por solicitud de la Fiscalía, a puerta cerrada, el argumento el mismo de todo este proceso, que se trata de asuntos de seguridad nacional.