“No nos vamos a cansar, seguiremos aclamando justicia”: Alonso Colmenares

Judiciales - Nacional
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Luis Alonso Colmenares, padre de Luis Andrés Colmenares Escobar, aseguró que cumplidos cuatro años de la extraña muerte de su hijo su voz exigiendo justicia no ha claudicado, y pese al largo proceso y las pocas decisiones de fondo sigue confiando en la justicia colombiana.
Para Colmenares, existen pruebas suficientes para inferir que la muerte de su hijo el 31 de diciembre de 2010 fue un homicidio y no un accidente como lo han querido demostrar los abogados de los procesados.
“Por duda razonable se absuelve a uno de los procesados (Carlos Cárdenas) pero al mismo tiempo se indica que hay pruebas que permiten inferir que existió un homicidio”, precisó Colmenares al hacer referencia al fallo de la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá emitido el pasado mes de agosto.
Agregó que ni él ni su familia van a claudicar. “Aquí seguiremos y transcurran los años que tengan que transcurrir, no descansaremos en reclamar justicia por este crimen, existen pruebas suficientes para determinar que aquí lo que hubo fue un homicidio”.
Entre los hechos más importantes del caso de destacan dos autopsias:
El de Luis Andrés Colmenares es uno de los pocos asesinatos en los que se han practicado dos autopsias, una de ellas con forenses particulares contratados por la familia de la víctima.
Algunas horas después de la muerte del joven, el cuerpo llegó a Medicina Legal, donde la funcionaria Lesly del Pilar Rodríguez le practicó la necropsia y determinó que había muerto ahogado y que las lesiones en su rostro podían ser consistentes con reiterados intentos de levantarse del fondo del caño, que no fueron exitosos debido a la cantidad de alcohol que había tomado.
Un año después, por gestión de la familia, el cuerpo fue exhumado y el forense Máximo Alberto Duque, exdirector de Medicina Legal, le realizó una nueva necropsia, de la que concluyó que el cuerpo tenía heridas y lesiones que no fueron documentadas en el primer procedimiento y que corresponderían a un ataque premeditado. Esa segunda autopsia determinó la reapertura de la investigación y la vinculación de varios jóvenes del entorno de la víctima.
Cuatro fiscales en cuatro años
Una segunda atipicidad del caso es el desfile de fiscales a cargo del proceso, varios de los cuales han sido cuestionados.
Inicialmente, la investigación fue asumida por el fiscal Édgar Saavedra, quien en principio no encontró evidencias de que Colmenares hubiera sido asesinado. Luego pasó a manos del polémico Antonio Luis González, quien fue retirado del caso y terminó renunciando del ente acusador ante graves señalamientos de haber utilizado a falsos testigos.
Desde mayo del 2012 y hasta abril pasado estuvo al frente la jefe de la unidad delegada ante la Corte, Martha Lucía Zamora, que renunció a la Fiscalía en medio de polémicas con su jefe, el fiscal general Eduardo Montealegre, y quien tuvo que enfrentar la virtual caída del proceso por la falsedad de los testigos estrella.
Hoy lo tiene María Victoria Parra, que, aunque no tuvo éxito en lo referente a Cárdenas, logró que el Tribunal de Bogotá admitiera en su sentencia que sí hubo homicidio y que Laura Moreno no ha sido consistente en las declaraciones que ha dado sobre los hechos a lo largo de estos cuatro años.
En el caso Colmenares, como tal vez en ningún otro, los acusadores han terminado en el banquillo. Jesús Alberto Martínez, quien dijo que había presenciado la golpiza, terminó aceptando que había mentido y fue condenado a siete años de cárcel. La misma suerte corrió José Wílmer Ayola, quien también dijo que había presenciado el crimen y terminó con una condena de ocho años. El tercer falso testigo, Johnattan Martínez, fue condenado a casi siete.
El mismo fiscal Antonio Luis González ha sido cuestionado por el auxiliar de su despacho Napoleón Botache, quien dijo que él estaba obsesionado con el caso y quería conseguir testigos a toda costa. Hay una investigación en marcha contra González, que ahora ejerce como abogado litigante.