Pese a que se consultó con autoridades de Colombia y Brasil por la decisión de las autoridades del vecino país de no deportar a Marcos de Jesús Figueroa García, el señalado capo y jefe de sicarios de La Guajira, pero la respuesta oficial es que ese es un tema de gobierno.
Sin embargo, fuentes oficiales confirmaron que ya Brasil dijo no, frente a la petición formulada por Colombia.
El argumento de fondo es que el 22 de octubre, día de la captura, en Boa Vista, estado de Fortaleza, las autoridades de Brasil presentaron al capo ante un juez, por lo que con la judicialización queda agotada la posibilidad de una deportación.
Aunque no se descarta la posibilidad de una insistencia por parte de la Cancillería, la salida que le queda a Colombia es solicitar legalmente la extradición de alias Marquitos Figueroa. Desde el 28 de diciembre de 1938 Colombia y Brasil mantienen un convenio de extradición que aplica para penas superiores a un año y que además de la autoría en la comisión del delito también contempla la tentativa y la complicidad.
Con 51 años, en contra de alias Marquitos Figueroa existen investigaciones por más de 100 asesinatos. Su carrera criminal arrancó con el cobro de extorsiones a contrabandistas en el departamento de La Guajira.