Conmoción por muerte de fiscal que pidió indagatoria a Fernández

Judiciales - Int.
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BUENOS AIRES (AP) — Argentina amaneció conmocionada por la muerte de un fiscal que acusó a la presidenta Cristina Fernandez de ser la cabeza de un plan para encubrir a los iraníes acusados del peor atentado terrorista ocurrido en suelo argentino contra un centro comunitario judío de Buenos Aires en 1994.

El fiscal Alberto Nisman, quien debía acudir a una audiencia ante el Congreso para explicar los alcances de su acusación, fue encontrado muerto en su apartamento de Buenos Aires la noche del domingo esta madrugada.

Nisman había pedido la semana pasada que Fernández, el ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, y otros allegados al gobierno rindieran una indagatoria sobre el presunto encubrimiento de los iraníes acusados del atentado al centro judío.

Esta denuncia es la más grave proferida contra la mandataria, quien en otra causa es investigada por su vinculación societaria en una empresa. Según la denuncia, la presidenta y su canciller "tomaron la delictiva decisión de fabricar la inocencia de Irán" para acercarse a ese país con el fin de "saciar intereses comerciales, políticos y geopolíticos".

La presidenta no hizo declaraciones públicas sobre las denuncias en su contra o sobre la muerte del fiscal. El gobierno negó días atrás las imputaciones y tildó a Nisman de mentiroso e ineficaz en su investigación del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que provocó la muerte de 85 personas y heridas a más de doscientas.

El fiscal fue hallado sin vida en el interior del baño, bloqueando la puerta de acceso al mismo. Junto al cuerpo, que se hallaba en el suelo, se encontró un arma calibre 22 y un casquillo. La muerte se produjo por un disparo de arma, pero no se ha precisado en qué parte del cuerpo recibió el impacto.

Nisman vivía en la torre Le Parc, un complejo de apartamentos del lujoso barrio de Puerto Madero. A los reporteros y otras personas que se apostaron a las afueras del edificio el lunes en la mañana se les impidió su acceso por normas del lugar, y donde muchos residentes entran y salen del lugar en automóviles a través de estacionamientos subterráneos.

El fiscal tenía diez policías federales asignados a su protección, según un comunicado del Ministerio de Salud, que no proporcionó detalles sobre dónde se encontraban destacados al momento de la muerte del fiscal.

La red social Twitter se llenó de mensajes de argentinos que lamentaron la muerte del fiscal y exigieron el esclarecimiento del deceso. Políticos de distinta afiliación dijeron no creer que el hombre a cargo de una de las causas judiciales más importantes de Argentina cometiera un suicidio, aunque nadie oficialmente ha ventilado esa hipótesis.

Una marcha fue convocada para las 23.00 GMT en la Plaza de Mayo, al frente de la sede del gobierno, a través de redes sociales por personas que dijeron sentirse indignadas y con el propósito de pedir que se haga justicia por la muerte de Tisman.

La diputada opositora, Patricia Bullrich, dijo a los periodistas que Nisman le había dicho tres días atrás que "estaba amenazado". Agregó que habló con él "para coordinar detalles de su presencia en el Congreso... Me dijo que se iba a quedar todo el fin de semana en su casa estudiando la causa".

En declaraciones a radio Continental, Bullrich explicó que el fiscal quería que la reunión en el Congreso fuera reservada "para dar pruebas más contundentes".

Al informar hace unos días sobre su decisión de presentar la controvertida denuncia, el fiscal dijo a un grupo de corresponsales extranjeros que se sentía muy seguro del paso que estaba dando. Señaló que le había advertido a su hija, de 15 años, que iba a escuchar críticas de todo tipo contra su padre.