Descuidan programa de armas nucleares en EU

Judiciales - Int.
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Los cimientos del arsenal nuclear estadounidense están resquebrajados y el gobierno no tiene un plan claro para repararlos. Las grietas no solo aparecen en las fuerzas militares equipadas con armas nucleares sino también en la burocracia civil que las controla, justifica su costo, planea su futuro y es responsable de explicar una política defensiva que considera que las armas nucleares son a la vez esenciales y excesivas.
No está claro si el gobierno reconoce la verdadera magnitud del problema, que ha llegado hasta el meollo del negocio de las armas nucleares sin provocar la menor alteración en las burocracias encargadas de defender su propio terreno. Tampoco ha alarmado a la ciudadanía, que puede pensar que las armas nucleares son cosa del pasado, si es que acaso les presta alguna atención.
No se trata sobre todo de la seguridad de las armas actuales, aunque los encargados del arsenal nuclear de la Fuerza Aérea han experimentado fracasos en disciplina, instrucción, moral y liderazgo en los dos últimos años. La semana pasada, el arma despidió a los comandantes nucleares en dos de sus tres bases de misiles por inconducta y disciplinó al restante.
Se trata de un problema mayor: la erosión de la capacidad del gobierno para operar y mantener su "negocio" nuclear: la red intrincada de máquinas, cerebros y organizaciones que permite a Estados Unidos considerarse una superpotencia nuclear.
Lo que han fallado son por cierto elementos clave en los cimientos del sistema: experiencia técnica, instalaciones modernas y supervisión ejecutiva en el bando civil, y disciplina, moral y responsabilidades en el terreno militar.
Las fallas se agravan por los presupuestos ajustados y lo que los expertos consideran una declinación en el apoyo político al sistema nuclear. En la ausencia de accidentes nucleares que acaparen titulares y en los temores ya casi inexistentes sobre una posible guerra nuclear, por lo general se presta escasa atención a estos problemas. La capacidad científica y militar es presumiblemente la mejor del mundo, aunque sus fundamentos se han debilitado paulatinamente. La Casa Blanca y el Congreso le han prestado poca atención al problema. Así es la situación pese a que Estados Unidos todavía tiene miles de armas nucleares —más de las que dice necesitar— y se aproxima al momento de decidir si invertirá sumas enormes para mantener el arsenal nuclear operativo para las próximas generaciones.
"Esta falta de atención ha provocado confusión pública, desconfianza congresual y una erosión grave de apoyo, experiencia y eficacia en el mantenimiento" de la capacidad nuclear nacional, dijo la Organización sobre el Manejo de la Seguridad Nuclear en un informe en abril que se anticipa será actualizado pronto.
El panel fue dirigido por el almirante retirado Richard Miles, ex comandante del Comando Estratégico, a cargo de todas las fuerzas nucleares estadounidenses y Norman Augustine, un presidente retirado de la junta directiva de Lockheed Martin Corp.