La retención se produjo en el sitio a donde llegaron para cubrir la información sobre la emergencia ambiental del río Catatumbo
Bogotá (EFE).- Tres periodistas y un defensor de derechos humanos fueron retenidos en la convulsa región del Catatumbo por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, Eln, que los dejó en libertad poco después, informaron fuentes castrenses.
La retención se produjo en el corregimiento de San Pablo, un caserío de la zona rural de Teorama, en el departamento de Norte de Santander, a donde habían viajado para cubrir la emergencia ambiental del río Catatumbo causada por un vertido de crudo tras un atentado terrorista del Eln, según Noticias Caracol, medio para el que trabajan dos de los reporteros.
"Nos interceptan cuatro sujetos que se identificaron como miembros del Eln y nos obligan a bajar del vehículo y nos despojan de nuestros equipos", dijo el periodista Diego Velosa, uno de los retenidos y posteriormente liberados.
Velosa estaba en la zona junto con el camarógrafo Neiser Velázquez; el periodista Enrique Cárdenas, de Noticias Uno, y el defensor en derechos humanos Jorge Solano.
El comandante del Ejército colombiano, general Nicacio Martínez, afirmó en Twitter que la liberación fue posible gracias a "precisas labores de inteligencia más el profesionalismo" de los soldados.
El grupo estaba en la zona para informar sobre la emergencia ambiental causada por el atentado terrorista del Eln el pasado martes contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas.
Dicho ataque provocó el derrame de grandes cantidades de petróleo que cayeron a la quebrada La Llana y contaminaron además el río Catatumbo.
"Esas personas se desplazaban por las vías del área rural de Teorama, fueron abordadas por cuatro sujetos quienes los amenazaron, los intimidaron y robaron sus vehículos, cámaras y equipos electrónicos", aseguró por su parte el comandante de la Segunda División del Ejército, general Mauricio Moreno Rodríguez.
El oficial agregó que la operación que logró que fueran dejados en libertad se inició después de recibir información de los habitantes de la zona.
Después de su liberación, los periodistas y el defensor fueron trasladados a la ciudad de Ocaña, segunda en importancia de Norte de Santander.