La víctima declaró que durante los seis días que estuvo retenido permaneció esposado, fue golpeado con puños y patadas, recibió amenazas de muerte y lo intimidaban diciéndole que le iban a cortar los dedos si no pagaba oportunamente.
El Juzgado Cuarto Penal del Circuito Especializado de Medellín avaló las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la Nación y sentenció a 42 años y dos meses de cárcel a Diego Andrés Pulido Bedoya, alias El Gordo; Jhony Esteban Chica Loaiza, alias El flaco; y Julián Esteban Hernández Álvarez, alias Churria; por los delitos de concierto para delinquir y secuestro extorsivo agravado.
La investigación adelantada por un fiscal especializado de Medellín determinó que el 12 junio de 2014, varios hombres se llevaron por la fuerza a una persona que llegó al barrio San Javier en busca de una joven del sector.
El hombre declaró que durante los seis días que estuvo retenido permaneció esposado, fue golpeado con puños y patadas, recibió amenazas de muerte, y lo intimidaban diciéndole que le iban a cortar los dedos si no paga oportunamente $150’000.000 por su liberación.
La familia de la víctima reunió $20’000.000 y los ofreció al grupo ilegal, pero los delincuentes rechazaron la suma. El 17 de junio de 2014, el secuestrado abrió las esposas y casi desnudo, escapó del lugar.
En el fallo conocido por estos hechos, también fue condenado a 43 años y dos meses de cárcel Santiago Peña Medina, alias Peñitas, quien es procesado por otro secuestro cometido el 24 de mayo de 2016, en la Comuna 13 de Medellín. En esa ocasión la víctima fue un comerciante de la zona quien pagó $6’000.000 por su liberación.
La decisión judicial también cobijó a Andrés Alejandro Zapata, alias El Chopo, sentenciado a 12 años de cárcel por el desplazamiento de una mujer, sus dos hijos menores de edad y su madre de 65 años.
Todos los procesados hacían parte de una estructura criminal conocida como la banda La Agonía que delinque desde el año 2003, en la Comuna 13 de Medellín y se dedica al tráfico de estupefacientes, la extorsión, los homicidios selectivos y el deslazamiento forzado de personas.
El fallo absolvió a César Augusto Paniagua López, quien era investigado por el delito de concierto para delinquir agravado.
