Ubicado en pleno centro de Bogotá, a unos cuantos metros de la casa presidencial, se encontraba lo que se consideraba uno de los mayores puntos de expendio y consumo de drogas en el país, sin embargo, las investigaciones adelantadas por distintas instituciones, apuntaban que también era el eje central desde donde se dirigían hechos delictivos asociados a la explotación sexual, la delincuencia común, las extorsiones, el secuestro y la tortura.
Con un gigantesco operativo, comandado por la Alcaldía de Bogotá, 2.500 hombres intervinieron lo que era un sector vedado para la fuerza pública.
Luego de cuatro meses de rigurosa planeación y estudios, miembros del Ejército, la Policía, en compañía del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Secretaría de Salud e Integración Social del Distrito, pretendían desmantelar las organizaciones criminales que allí tenían su centro de operaciones, así como atender la presencia de menores de edad en el Bronx, que llegan al sector para consumir sustancias alucinógenas.
No obstante, los hallazgos en el operativo son alarmantes, puesto que se encontraron edificios dedicados a la retención y tortura de prisioneros, más de 200 mujeres que eran explotadas sexualmente de las cuales 76 eran menores de edad, un importante arsenal de armas, centenares de cajas de licor adulterado, un laboratorio para el procesamiento de drogas, 71 bicicletas que se presumen robadas, 21 lonas de monedas con un peso de 294 kilos cada una, 500 máquinas traga monedas, 29 animales domésticos, 11 armas neumáticas y más de 150 bombas molotov.
Según la información que manejan los investigadores, aquí también operan bandas dedicadas a la pornografía infantil, que junto con el tráfico de drogas, personas y armas, recaudan cerca de 1,5 millones de dólares al mes.
Luego de este operativo, los retos no son pocos, puesto que ya se puso en marcha los programas de rehabilitación de drogas para los habitantes de la calle, cuya gran mayoría se rehúsan a recibir.
De la misma manera se le empezó a brindar atención médica y psicológica a todos los menores de edad encontrados en condiciones de vulnerabilidad en el Bronx, de los cuales muchos se encuentran en instalaciones del ICBF mientras que otros fueron entregados a sus respectivas familias, que acompañarán su restablecimiento de derechos bajo la supervisión de esta entidad.
