El Tribunal Superior de Medellín y la sala de Justicia y paz, condenó a siete años de pena alternativa de la libertad a seis personas acusadas de ser cabecillas del ‘Bloque Mineros’ de las Autodefensas, por su participación en la masacre de El Aro, ocurridos el 22 y 31 de octubre de 1997.
En el Aro, corregimiento perteneciente al municipio de Ituango, Antioquía; fueron asesinadas 16 personas que según las AUC eran colaboradores de la guerrilla de las Farc. Así mismo, fueron desplazados más de 1.400 campesinos que debieron abandonar sus casas para evitar retaliaciones por parte del grupo paramilitar. En su desplazamiento, sólo se llevaron las pocas pertenencias que los integrantes de las Autodefensas les permitieron tomar, puesto que todo el ganado de los campesinos fue hurtado y trasladado a Puerto Valdivia, uno de sus puntos principales de operación ilegal.
Sin embargo, por medio de la investigación que produjo la condena de los seis cabecillas, se conoció también que para esta masacre, las AUC contaron con el apoyo con miembros del Ejército Nacional, quiénes les facilitaron el desplazamiento de más de 200 hombres hacia el corregimiento del Aro, así como el traslado de las reses hurtadas y, les brindaron información detallada sobre la ubicación de campamentos, nombres de milicianos y colaboradores de las Farc.
Sobre esta información dada por el Ejército, Salvatore Mancuso sostuvo haberla obtenido por parte del brigadier General Alfonso Monosalva Florez, quien era entonces comandante de la Cuarta Brigada del Ejército Nacional en Medellín.
Además, en el fallo, se expone que “Inclusive las víctimas informan que el 23 de octubre de 1997, el Ejército que estaba acantonado en la zona dio toque de queda informando que nadie podría salir más tarde de las 6:00 pm, el motivo era claro, todo estaba articulado para que bajaran los paramilitares con las reses hurtadas y así llegar al corregimiento de Puerto Valdivia donde las montaron a camiones”.
Según el mismo Mancuso, la masacre de El Aro fue planeada un año antes por el extinto comandante Carlos Castaño, en un encuentro concertado con Carlos García alias ‘Rodrigo Doble Cero’.
El motivo de la masacre, según los paramilitares, era el de irrumpir con el dominio que tenía sobre la zona el bloque José María Córdova de las Farc, sin embargo, las razones que precisan los entes investigadores, aluden a las intenciones de las AUC por obtener el control sobre la región, en la que se encuentra ubicada el Nudo del Paramillo, que es uno de los principales corredores de narcotráfico en el noroccidente de Colombia, ya que posee condiciones geográficas que favorecen el cultivo de plantas de coca, y la implantación de laboratorios de procesamiento de la misma.
Finalmente, se condenó por los delitos de concierto para delinquir, desaparición forzada, homicidio en persona protegida a: José Higinio Arroyo Ojeda, alias ‘8-5’; Roberto Arturo Porras Pérez, alias ‘La Zorra’; Rolando de Jesús Lopera Muñoz, alias ‘Mono’; Luis Alberto Chavarría Mendoza, alias ‘Lucho Mico’; Luis Carlos García Quiñones, alias ‘Cedro’; y Eucario Macías Mazo, alias ‘Mazo’.