La declaración la hace el ex General Manuel José Bonnet ante un fiscal de la Unidad de Derechos Humanos en el marco de la investigación por la masacre de Trujillo, ocurrida entre 1986 y 1994 cuando un grupo de campesinos acusados de ser colaboradores de la guerrilla fueron asesinados y desaparecidos por paramilitares.
En los hechos está involucrado un grupo de paramilitares comandados por alias ‘El Alacrán’, quien ya fue sentenciado a 30 años de prisión.
La investigación de la Fiscalía General determinó que los paramilitares tuvieron el apoyo y complicidad de miembros de la Fuerza Pública, del Ejército Nacional, que supieron de los atentados contra los campesinos que hacían parte del programa “tejido social” y de la muerte del padre Tiberio Fernández, a quien acusaron de tener vínculos con el Eln. El sacerdote era quien lideraba el programa social.
Lo que busca la Fiscalía es determinar la posible participación de altos mandos del Ejército Nacional con los acontecimientos. Ya en 1995 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos había señalado que efectivamente se produjo participación de efectivos de la Fuerza Pública con dichas matanzas.
