Los condenados aceptaron los cargos que les fueron imputados.
Por decisión de un juez penal de Circuito Especializado de Santa Marta, nueve de los catorce implicados en el secuestro de Melisa Martínez, la empresaria samaria que había sido víctima de ese flagelo, fueron condenados luego de que aceptaran su participación en el hecho ocurrido el 23 de agosto del año 2018.
De esta manera, tres de los nueve condenados, a quienes se les imputó los delitos de porte ilegal de armas de fuego, secuestro extorsivo y tortura, deberán purgar una condena de 32 años de cárcel. Así mismo, otros cuatro integrantes de la red implicada en aquel caso que conmociono al sector industrial de la capital del Magdalena, fueron condenados a 16 años de prisión, al igual a dos mujeres cómplices del secuestro con 6 años de condena con medida de aseguramiento en centro penitenciario, mientras continua el proceso en contra de otros cuatro implicados en ese caso, como Jhon Jairo Esquivel Cuadrado, presunto jefe del bloque norte de las Autodefensas Unidas de Colombia AUC, alias ‘Rai’, ‘Narizon’ y ‘Soldado’, lugartenientes de Esquivel Cuadrado.
Los condenados por decisión de la justicia fueron, Isabel Velásquez Ascaño y Yenith Aleida Vera Velasquez, a 6 años por complicidad y concierto para delinquir; José Ángel Ospitia, Fraides Cesar Granados Peñaranda y Martín Emilio Torres Marroquín, cada uno a 32 años por secuestro extorsivo agravado, tortura, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego; José Yesid Barreto Camelo, Samuel Téllez Nuñez, Eliecer Peñaranda Tarazona y Ricardo Andrés Barreto Rodríguez, condenados a 16 años de prisión por fabricación y porte de armas de fuego, concierto para delinquir y tortura.
Cabe recordar que Melisa Martínez, sobrina nieta del nobel Gabriel García Marquez, fue liberada el lunes 17 de diciembre del 2018 tras permanecer en cautiverio por más de 114 días en una cueva en la Sierra Nevada de Santa Marta. Su rescate se produjo a través de un operativo conjunto entre el Gaula de la Policía y el Ejército Nacional.
Los implicados exigían una cifra cercana a los 5 millones de dólares por su liberación.
