Celebración entre ‘inocentes’ y ‘culpables’

Los internos de la Cárcel Distrital ‘Rodrigo de Bastidas de Santa Marta todos los 24 de septiembre celebran el Día de la Virgen Las Mercedes

Judiciales - Local
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Erika Ramírez Galindo, María Fernanda Luna Ruiz y Arelis Saravia, cuentan su historia que las llevó a ser partícipes de un día especial como el de la Santa Patrona de los Reclusos, pero detrás de las rejas. 

Por Mauris González Fajardo
Periodista EL INFORMADOR
Fotos: Orlando Marchena - Edgar Fuentes

El 24 de septiembre es una fecha de muchas celebraciones, pero en particular, la de la Virgen de las Mercedes, Patrona de los Reclusos, y como tal, al igual que en otras cárceles, la Distrital ‘Rodrigo de Bastidas’ de Santa Marta, la conmemora con diferentes actividades en la que sus protagonistas son las internas y los internos.

Pese a las dificultades emocionales, de salud, de hacinamiento e incomodidades, para estas personas es un día en el que se les ‘olvida’ la situación que las llevó a estar hoy detrás de las rejas purgando condena sean responsables o no.

Un grupo de periodistas de EL INFORMADOR después de varios minutos de espera y de entrega de documentos, pudo ingresar al centro penitenciario. Allí en ese ambiente tenso, de semioscuridad, y de no querer volver a entrar, conocimos tres de tantas historias.

Una de nuestras protagonistas es, Erika Ramírez Galindo, por su nombre, poco conocida, pero si traemos a recuerdo el caso en el que se vio implicada, sabrán de quién se trata.

Esta mujer de 39 años, oriunda de Envigado en Antioquia,  madre de tres hijos, y en enfermera de profesión, se vio implicada en el sonado caso ocurrido el 26 de noviembre de 2013, en el que fue señalada de haber raptado a una bebé de dos meses de nacida de quien dijeron las autoridades, se la robó de los brazos de su madre en un almacén del Mercado Público de Santa Marta, y por lo tanto, fue condenada a 21 años de prisión, de los que ha purgado 5.

Ella, en medio de lágrimas y en el encierro, dio a conocer su versión que se ha guardado desde aquel noviembre, y que inició calificando su caso como injusto, y del que aseguró, haber perdido a su familia por ayudar a la de otros.

Erika, asegura que para esa época conoció a Alejandra María Silva Franco, una vendedora de dulces y consumidora de drogas, quien le hizo saber de la graves situación que estaba afrontando y que la bebé solo tenía como alimento una compota.

“Ella me pedía dinero, pero yo en mi acto de buena fe, no le di efectivo y opté por alimentar a la recién nacida, obviamente con su permiso. Dentro del almacén me la entrega, y se va para los estantes de ropa porque quería que le comprara algo. Le compré un vestido en el local donde funcionan unas cámaras de seguridad. Me entrega la niña estando el papá en la puerta de única salida y entrada. Salgo para buscarle ayuda a donde una amiga por las múltiples enfermedades que tenía la bebé, como dermatitis crónica, seborrea en la cabeza, pañalitis y desnutrición, así lo confirmó el Instituto de Medicina Legal. En casa de mi amiga me capturan y que por secuestro”, dijo la detenida.

Erika Ramírez Galindo, interna.

"Condena injusta"

Así mismo, en medio de su angustia por la situación que afronta, y de la que se califica como inocente, aseguró que su condena es injusta puesto que el Juez Quinto Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías de Santa Marta, Antonio Barrios Guardiola, le manifestó que pese a que no habían pruebas suficientes en su contra la condenaba porque se trataba de un delito con una menor de edad.

Erika pese a la situación que vive, cuenta con el reconocimiento y admiración entre las reclusas, y no precisamente por el caso que la llevó a ese sitio, sino porque se ha convertido en el ‘ángel guardián’ de todas.

Otra de nuestras historias implica a María Fernanda Luna Ruiz, de 28 años, natural de Barranquilla, quien hace parte del llamado ‘Cartel del Chocolisto’, quien fue capturada en jurisdicción del municipio Zona Bananera del Magdalena el 12 de febrero de 2015, con otras dos amigas cuando transportaba en un bus de servicio interdepartamental base de coca encaletada en tarros de ese producto, y de allí el remoquete.

Ella, a diferencia de Erika, reconoció ser responsable por el delito de porte, tráfico y distribución de estupefacientes, acción que hoy la separa de sus dos hijos, a quienes quiso ofrecerles un mejor futuro, pero el destino no se lo permitió.

María Fernanda Luna Ruiz, reclusa

Felicidad tras las rejas

‘Mafe’ como la llaman las internas, en sus tres largos años que lleva purgados de ocho sentenciados, ha logrado felicidad, pero no completa. Se casó hace un año y ocho meses con un interno, con quien comparte poco, pero son momentos de muchas alegrías, asegura.

“Este fue amor a primera vista. A través del cruce de mirada nos gustamos, nos conocimos y luego de un tiempo me pidió matrimonio y un día nos casamos con la bendición de Dios”, dijo María Fernanda.

Sin embargo, son varios los recuerdos que la embargan, como los que cuenta que vivió al estilo de la ‘Cenicienta’, en la que una familia la recogió de ocho meses tras haber sido abandonada por su mamá y allí vivió su ‘calvario’ en medio del maltrato físico y verbal, hasta cuando cumplió sus 17 años, cuando decidió salir a buscar a su verdadera familia, a la que conoció hacen 10 años, tras el crimen del que fue víctima su padre biológico.

“Después de pasar los peores años de mi vida, por cosas del destino llego al barrio san José de Malambo en el Atlántico y allí encontré a mi familia. Lo más emocionante fue cuando uno de mis hermanos se me acercó y en medio de la alegría me pregunta que si yo era su hermana la perdida y que tanto quería conocer, la que mi mamá había regalado”, señaló Luna Ruiz.

Arelis Saravia, ama de casa interna

Dentro de nuestras protagonistas se encuentra también, la cesarense, de 47 años, Arelis Saravia, quien está condenada a seis años de cárcel por tráfico de drogas tras ser capturada en febrero de 2015,  medio de un operativo que no se cansa de señalar como ‘falso positivo’, tras señalar que personal de la Sijín de Valledupar le colocaron la droga en su casa.

“La Policía llegó a mi casa y luego de requisar y requisar, no encontraron nada, sin embargo, uno de ellos, dijo que había encontrado unas papeletas de drogas, y por eso me condenaron. Ese día sentí que el mundo se me caía, y ese instante solo pensaba en mis hijos a los que dejé prácticamente abandonados por una injusticia”, dijo la reclusa Arelis

Durante tres largos años ha vivido un verdadero drama, y más de saber que dejó a sus tres hijos a la ‘deriva’, y que uno de ellos se encuentra sumido en las drogas, razón por la cual no ve la hora de dejar el centro carcelario, de que ha debido salir hacen cuatro meses por haber purgado la tercera parte de su condena, pero que no lo ha logrado por falta de alguna documentación.

Pese a las tristezas que afrontan, para las tres la celebración de hoy del Día de las Mercedes, es sinónimo de alegría, y que desearían festejarlo pero en plena libertad.

En medio de su drama, Erika Ramírez Galindo, María Fernanda Luna Ruiz y Arelis Saravia, contaron a su modo sus historias hoy día de Virgen de Las Mercedes.




Más Noticias de esta sección

Publicidad