Su novio, de quien no fue entregada su identidad, es señalado como el principal sospecho, por lo que es buscado.
A un posible lío pasional atribuyen los investigadores de la Policía Metropolitana de Santa Marta el crimen del que fue víctima, Jannire Mariola Yáñez González, de 37 años, de nacionalidad venezolana.
El grupo encargado de las investigaciones busca a novio de la víctima, de quien no revelaron su identidad, a quien señalan como el principal sospecho del hecho puesto que, declaraciones de algunos testigos señalaron que este llegó a la casa de esta ubicada en la calle 9 con Avenida Campo Serrano del barrio Pescaíto, en el norte de Santa Marta, con quien se habría ido en un taxi.
EL INFORMADOR conoció, que desde las 5:00 de la tarde del miércoles sus familiares desconocían de su paradero hasta la noche del miércoles cuando se enteraron del hecho criminal.
Ante esta situación, las labores se enfilan para establecer a ubicación del hombre, de quien dijeron las autoridades, misteriosamente huyó del sector donde residía.
La víctima
Yanire Jannire Yáñez González, era conocida entre familiares y amigos como ‘Chichi’, trabajaba como cocinera en un restaurante de en el Centro de esta ciudad, y había llegado del vecino país hacían varios meses huyendo de la grave situación económica.
El caso
El cuerpo sin vida fue hallado por un reciclador cuando pasaba por el lugar rumbo a su casa, quien de inmediato dio aviso a las autoridades.
Según el informe que manejan los investigadores de la Policía Metropolitana asignados al caso, el cadáver registra con varios impactos de bala en la cabeza y algunas señalas de haber sido agredida.
Hasta el lugar de los hechos, llegaron los integrantes de la Unidad Criminalística de la Policía Metropolitana quienes fueron los encargados de llevar acabo la diligencia de inspección técnica al cadáver que fue llevado hasta la morgue del Instituto de Medicina Legal de esta capital.
Cuerpo fue arrojado en el sitio
Informaciones conocidas por este medio establecen que las pesquisas que adelantan el grupo de investigadores señalan que el crimen no fue cometido en el lugar donde fue encontrado el cadáver, y que este fue perpetrado en otra parte y arrojado en el sitio.
“Los trabajos que hicieron los criminalistas establecen que no hay evidencias que indiquen que el homicidio fue perpetrado allí, por lo que se indaga para determinar el sitio exacto”, señaló la fuente informativa.
