Siria (AP) — Aviones de guerra rusos atacaron nuevamente al grupo Estado Islámico y a otras fuerzas insurgentes en el centro y norte de Siria, informaron autoridades sirias y rusas ayer sábado, en tanto que una organización activista aseguró que esas incursiones mataron a 39 civiles en los últimos tres días.
Ante la más reciente oleada de bombardeos rusos, los habitantes de las regiones del centro de Siria temen que Moscú prepare el terreno para que el gobierno sirio lance una ofensiva por tierra contra varias localidades de la provincia de Hama, en el centro, y la región de Idlib, en el noroccidente, donde el ejército sirio ha sufrido fuertes reveses en los últimos meses, según los activistas.
El portavoz del ejército ruso, el general de división Igor Konashenkov, informó que las aeronaves realizaron 20 misiones en Siria en las últimas 24 horas y acertaron en nueve objetivos del Estado Islámico. Dijo que se destruyó un bunker que era un almacén de armas y un puesto de mando del grupo Estado Islámico en la zona de Raqqa, la capital de facto de los extremistas.
El coronel general Andrei Kartapolov, un funcionario de alto rango en el estado mayor general de las fuerzas armadas rusas, dijo que los pilotos rusos han efectuado más de 60 misiones desde el 30 de septiembre, en las que han atacado puestos de mando, depósitos de municiones y fábricas de producción de armas del grupo Estado Islámico.
"Nuestra inteligencia ha determinado que los combatientes han comenzado a replegarse de las zonas bajo su control. El pánico y la deserción han aparecido en sus filas", dijo Kartapolov en un breve mensaje difundido en la página de Facebook del Ministerio de Defensa.
"No sólo continuaremos los ataques aéreos, sino que los intensificaremos", agregó.
En Damasco, un funcionario sirio sin identificar al que citó la televisión estatal, informó que los aviones rusos destruyeron con ataques aéreos "concentrados y precisos" un centro de mando en la localidad de Latamneh, en la provincia de Hama y bombardearon posiciones en las zonas de Jisr al-Shughour y Maaret al-Numan, en el noroeste.
Konashenkov dijo que en un ataque fueron destruidos equipo e instalaciones de almacenamiento de armas cerca de Jisr al-Shughour, así como un depósito de municiones en Maaret al-Numan.
