Los moradores del barrio Brisas del Mar que participan de una jornada de aseo liderada por Corpoguajira y la Corporación Ojo de Agua, siguen preocupados por la falta de agua considerado uno de sus mayores problemas que no han logrado resolver.
El carrotanque que les envía la Alcaldía para llenar la alberca comunitaria cada quince días no es suficiente debido a la cantidad de personas que llegan en busca de un poco de agua.
“Ayer la Alcaldía envió el carrotanque, se llenó la alberca y mire hoy ya no tenemos agua”, expresó María Daza, presidenta de la Junta de Acción Comunal.
Dijo que se ven obligados a comprar la pimpina de agua a quinientos pesos, a quienes llegan en sus burritos a ofrecerla para suplir las necesidades básicas.
Precisó que a pesar de los esfuerzos realizados ante la Gobernación de La Guajira y el municipio de Riohacha, no ha sido posible que cuenten con el servicio a través de tuberías.
A la falta de agua, se suma la mala prestación del servicio de energía que además consideran costoso, la postería no es la adecuada y se convierte en un peligro para la comunidad.
“Yo pago 56 mil pesos mensual, a la señora Delvis Angarita le está llegando por 88 mil pesos como si viviéramos en el centro”, expresó María Daza. Denunció además que cocinan con leña porque tampoco cuentan con el servicio de gas domiliciario.
Los que llegan
A pesar de tantos problemas juntos, los moradores de Brisas del Mar reconocen el interés de varias instituciones que llegan con iniciativas que buscan en medio de las dificultades brindarles herramientas para mejorar su calidad de vida.
En ese sentido, valoraron el proyecto de entorno barrial en el que participaron por una iniciativa de la Corporación Ojo de Agua que fue apoyada por Corpoguajira.
Los niños participaron también de los talleres, y a través de jornadas lúdicas aprendieron a utilizar los materiales reciclables, a hacer buen uso del agua y de las basuras.
“Los niños son los que nos estimulan a participar de todas estas iniciativas, porque además de aprender tenemos la posibilidad de recrearnos”, precisó María Daza, líder comunal.