“La muerte de cada niño nos duele. Estamos trabajando fuertemente para llegar a todas las comunidades, pero lamentablemente hemos encontrado niños que a pesar de estar afiliados a una EPS no recibe atención médica debido a que sus padres no permiten retirarlos del hogar a tiempo para garantizarles atención en salud”. Con estas palabras la directora del Instituto Colombiano del Bienestar Familiar, Cristina Plazas Michelsen lamenta la cifra de 11 once niños que han muerto este año por su estado de desnutrición en centros asistenciales del departamento.
Las adversas condiciones de vida de los indígenas wayúu no permiten un desarrollo nutricional óptimo para los menores; sin embargo, según las denuncias de la Defensoría del Pueblo, muchos de ellos no son visitados por funcionarios de sus EPS para establecer un control alimenticio y poder así prevenir más muertes. A esto se suma la falta de agua potable, las bajas coberturas de vacunación y la ausencia de programas de promoción y prevención.La directora del Icbf mostró su preocupación al enterarse del fallecimiento de tres niños el pasado fin de semana en el municipio de Uribia. Por tanto les solicitó a los padres de niños wayúu que no los retiren de los respectivos centros de recuperación nutricional establecidos en los centros hospitalarios.
“De esta manera evitamos que nuestros niños de esta etnia sigan falleciendo. No puede ser que nosotros teniendo como ayudarlos, los padres decidan llevarlos de vuelta a las rancherías donde no cuentan con la alimentación necesaria”.Cristina Plazas Michelsen también pidió colaboración a las autoridades wayúu para poder avanzar en la atención de los niños y niñas. Agregó que se logran intervenir e identificar los niños afectados a tiempo, es posible llevarlos a su peso adecuado.
De igual manera instó a las EPS e IPS para que desarrollen acciones de promoción de la salud y prevención. Reiteró que se seguirá denunciando en la Superservicios las irregularidades que se presenten.
