¿Usted ve algún rol para las Farc en el futuro de las Fuerzas de Seguridad de Colombia? Esta pregunta fue hecha al ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón durante un foro en el Centro de Pensamiento Diálogo Interamericano en Washington. Pinzón, en un rápido monosílabo, dijo que “no”.
Con esta respuesta categórica se refirió al debate sobre posibilidades para miembros desmovilizados de las Farc en el post conflicto, el cual se desató de nuevo con los comentarios del presidente Juan Manuel Santos en Francia sobre su planes para la creación de una Policía Rural, en la cual no descartaba la participación de desmovilizados, aunque después aclaró que nunca serían dirigidas por guerrilleros.
El funcionario no quiso dar detalles adicionales al término de la conferencia, en la cual destacó reiterativamente que gracias a la ventaja de sus militares sobre las Farc en el terreno se dieron las condiciones actuales para la negociación en La Habana.
“Lo que estaban haciendo las fuerzas militares era degradar las capacidades de los grupos ilegales”, y agregó que “los militares han sido capaces de hacer lo que el presidente [Santos] ha dicho, que es mantener la presión en contra de estos grupos”.
De igual forma, aseguró que a pesar del cese unilateral de hostilidades anunciado por las Farc, la Constitución ordena perseguir a quienes incurran en actividades ilegales, como sucede con el grupo guerrillero, con temas de narcotráfico, minería ilegal o extorsión.
Frente a las críticas fuertes recibidas de parte de Human Rights Watch por “desacreditar” investigaciones sobre falsos positivos y la impunidad contenida en su proyecto para reformar el fuero penal militar, Pinzón respondió que siempre ha estado dispuesto a debatir con “respeto” las críticas, especialmente en este tema tan delicado y puesto ante la opinión pública.
En ese sentido, se distanció un poco de su reacción inicial, cuando dijo en un comunicado que “no aceptamos difamación y mentiras”.