La salsa de Cali llena de esperanza la vida de muchos jóvenes colombianos

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(EFE).- Fauren Andrés Uribe tiene 20 años, una vida llena de dificultades y una pasión por el baile, concretamente por la salsa, que se le nota cuando suenan las primeras notas en el teatro al aire libre Los Cristales, un escenario de la Bienal Internacional de Danza de Cali.
Uribe nació en Villavicencio, en el departamento del Meta, y con tan solo dos meses de vida sus padres decidieron ir a Cali, llamada "la capital mundial de la salsa" y que en los años 90 fue azotada por el narcotráfico, un cambio de ciudad que haría de su infancia y juventud un constante ir y venir.

Nacido en una familia desestructurada, con una madre prostituta y un padre con un trabajo ilegal, fue acogido por su abuela paterna para que tuviera una vida mejor.

"Mi abuela tomó la decisión de que no perteneciera al mundo de ellos, estar en un sitio, luego en otro, si vivía con ellos (los padres) era estudiar mitad de año, o no estudiar y ella no quería eso para mí" asegura a Efe.

Desde los 15 años no sabe nada de su padre, su madre hace tres años salió de la casa de citas donde trabajaba, discutió con una compañera, esta la tiró a la carretera y un camión que pasaba la atropelló. Murió instantáneamente.

El joven bailarín tiene cuatro hermanos más, el mayor es habitante de calle debido al consumo de drogas, y al parecer el pequeño va hacia el mismo camino; la abuela de los jóvenes intenta luchar contra un futuro que difícilmente podrá controlar.

Otro de los hermanos falleció a los 18 años en Villavicencio. "Algunas personas se dieron cuenta de la existencia de mi hermano y por venganza lo mataron, lo quemaron, aquí la manera de cobrar venganza son los hijos de uno" dice.

LUZ EN EL CAMINO

Actualmente el bailarín vive en el barrio de Bretaña, cerca del centro de Cali, donde abundan los comercios informales, y hace tres años su vida cambió cuando una amiga le habló del grupo de baile Sondeluz.

"Fuimos a un casting y nos eligieron, una semana después ya estaba bailando con el grupo profesional" confirma.

Sondeluz es una escuela y academia fundada por la bailarina Luz Aydé Moncayo, referente de la salsa en Cali, quien decidió abrir un espacio donde abundan novedosas coreografías y, sobre todo, hacer un trabajo con niños y jóvenes de sectores vulnerables de la ciudad.

"Es muy importante el tejido social que hacemos con estos chicos, son barrios o comunas muy populares, intentamos robarle a la violencia y a la delincuencia ese espacio para que los jóvenes no hagan cosas imprudentes en la calle", comenta a Efe Moncayo.

El pasado mes de abril la fundación se presentó al concurso "En Cali se baila así" y Fauren Uribe junto a sus 15 compañeros logró alzarse con el primer premio, lo que les permitió mostrar sus dotes de bailarines en la cuarta Bienal Internacional de Danza de Cali que comenzó esta semana.

Lo hicieron con una coreografía con un estilo caleño que involucra no solo lo clásico sino la parte moderna y contemporánea de la salsa colombiana donde destacan la velocidad de los pies y la energía del cuerpo.

Bajo el lema "Será charanga o será pachanga" se presentaban ante el público caleño. "Es una confusión que hay en nuestro barrio ya que muchos no saben que la charanga es un formato orquestal y la pachanga es la música que se baila" explica Moncayo.

IRIDISCENCIA

Con una puesta escena donde abundaban las tonalidades en negro y amarillo junto con el brillo, la directora de la fundación sabe que es un "trabajo duro" ya que parte del vestuario está hecho por los familiares de los bailarines y éstos ensayan entre cuatro y cinco horas diarias.

Sondeluz llena a los jóvenes de la fundación de valores de respeto, de compromiso y de trabajo en equipo, "entre otras cosas formamos personas maravillosas, personas de bien", apostilla.

Los 16 chicos y chicas que bailaban en el escenario lograron encontrar un futuro mejor, salir de la delincuencia que a veces sin ellos poder remediar los persigue, una "opción" de vida a la que muchos no logran escapar, pero en Cali cientos de academias de salsa consiguen involucrar a los jóvenes en la sociedad.

"Veo el futuro como un profesional en la danza, quiero estar con mi familia, ojalá pudiera tener a mi mamá viva" concluye Fauren Uribe. EFE




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