(EFE).- El Gobierno colombiano reabrió este martes la vía al Llano, que une a Bogotá con la ciudad de Villavicencio, puerta de entrada a una de las despensas agrícolas y ganaderas más importantes del este del país y que permaneció cerrada durante tres meses por constantes derrumbes.
"Esperamos tener las condiciones adecuadas para que la vía permanezca abierta", dijo a periodistas el viceministro de Infraestructura del Ministerio de Transporte, Manuel Felipe Gutiérrez.
La apertura, que se dará de forma controlada, será desde las 10.00 (15.00 GMT) de la mañana a las 16.00 hora local (20.00 GMT) y solo podrán transitar vehículos de carga públicos y privados, con capacidad igual o superior a 3,4 toneladas.
Según Gutiérrez, "el Gobierno mantiene la restricción de tránsito por el kilómetro 58 para vehículos particulares, motociclistas, vehículos pequeños de transporte de pasajeros en cualquiera de sus modalidades, automotores con carga extradimensionada, peatones, ciclistas, vehículos de tracción animal y caballistas".
Luego de esta primera fase de la reapertura, el miércoles se determinará si se puede dar o no el paso de vehículos de transporte público de pasajeros.
El cierre indefinido del estratégico corredor vial fue ordenado por el Gobierno el pasado 14 de junio ante el constante desprendimiento de tierra y rocas que interrumpieron el paso en el kilómetro 58, a la altura de la localidad de Guayabetal, en el departamento de Cundinamarca (centro), del que Bogotá es la capital, donde la calzada desapareció bajo los derrumbes.
El Ministerio de Transporte indicó en un comunicado que en los tres meses de trabajo para lograr la reapertura se removieron más de 225.000 metros cúbicos de material de derrumbe que obstaculizaban el paso de los vehículos.
"Como lo dijimos en todo momento, nuestra prioridad es la vida de las personas por encima de la vía. Así lo manifestamos y es así como lo hemos planteado desde el día uno", sostuvo el viceministro.
De manera simultánea al levantamiento de la restricción para los vehículos de carga se adelantarán dos grandes obras de carácter provisional en el sitio.
La primera será la instalación de un sistema de mallas metálicas ancladas en la parte superior de la meseta Mesa Grande con el fin de controlar el desprendimiento de rocas y minimizar el riesgo de que caigan sobre los vehículos o las personas.
La segunda es la construcción de un tablestacado de aproximadamente 260 metros de longitud, que consiste en una estructura de contención flexible. EFE
