Medellín (Colombia), 23 abr (EFE).- La hidroeléctrica colombiana Hidroituango entrará en una fase de reconstrucción y recuperación tras la emergencia que obligó a desviar el río Cauca por su interior, anunciaron este martes los responsables de la obra a cinco días de que se cumpla un año del inicio de la crisis.
El proyecto, que deberá generar el 17 % de la energía del país y que está ubicado en el departamento de Antioquia (noroeste), entró en emergencia el 28 de abril de 2018 por un derrumbe que taponó el túnel que desvía las aguas del Cauca, el segundo río de mayor cauce en el país, que quedaron represadas en un embalse en construcción.
"En este primer año, básicamente los mayores elementos de riesgo están fundamentalmente controlados. Lo que vamos a empezar es la fase de reconstrucción como tal", dijo en una rueda de prensa Jorge Londoño, gerente general del conglomerado de Empresas Públicas de Medellín (EPN), encargado de la obra.
El funcionario agregó que tras 12 meses en los que "disminuyeron el riesgo" empieza un ciclo en el que se iniciará el proceso de recuperación, que en un principio contempla la reparación de la casa de máquinas que estuvo inundada por 271 días cuando fue desviado el cauce del Cauca y que supuso el momento más crítico de la contingencia.
Tras realizar una inspección en esa parte de la obra y luego de empezar a vaciarla, EPM reportó que los daños eran "recuperables" y que, bajo esas condiciones, calcula que la hidroeléctrica comenzará a funcionar a finales de 2021.
"Vamos por buen camino pero no está exento de dificultades", apostilló Londoño, quien enfatizó en que aún no han "llegado a puerto" pues a diario enfrentan problemas que resuelven con la convicción de que el proyecto "saldrá adelante".
La más reciente dificultad en la obra, según reveló el ingeniero William Giraldo, vicepresidente de Generación de Negocios de Energía de EPM, es el hallazgo de dos derrumbes en el túnel de acceso a la casa de máquinas, un problema en el que están trabajando y que proyectan tener resuelto a final de año.
"El primer derrumbe ya se está solucionando por lo que podemos tener paso al segundo, que tiene una mayor magnitud", precisó Giraldo.
Asimismo, apuntó que la semana anterior la firma canadiense Klohn Crippen Berger visitó las obras para empezar a realizar un estudio de patología en la casa de máquinas, cuyos resultados se darán a conocer a mediados de junio.
En la fase de reconstrucción Londoño subrayó que se enfocarán en "atacar tres fenómenos" para garantizar las condiciones que permitan levantar la alerta roja en el municipio de Puerto Valdivia, que todavía tiene a unas 1.000 familias evacuadas.
"Hay que arreglar el túnel de acceso, arreglar una oquedad en los túneles de captación y consolidar el tema de un hueco que se generó entre casa de máquinas y la almenara", explicó el gerente.
Actualmente, 3.600 personas trabajan las 24 horas del día para resolver en tres frentes las afectaciones con la idea de retomar por completo el control de la central hidroeléctrica.
La crisis de la hidroeléctrica obligó a EPM a destinar 103.000 millones de pesos (unos 32,3 millones de dólares) para atender a las comunidades en riesgo y preservar el medioambiente, especialmente con el rescate de la fauna del río Cauca, que afrontó una fuerte sequía por el cierre de unas compuertas en febrero pasado.
La gerente social y ambiental de proyectos e ingeniería de EPM, Ana Milena Joya, informó que de las 17.000 personas que fueron evacuadas de municipios como Tarazá, Cáceres y Caucasia al inicio de la emergencia, el 80 % ya regresaron a sus hogares.
"Este ha sido un proceso complejo pero en un año de la contingencia tenemos la cifra de cero muertos y cero desaparecidos, lo que demuestra que la prioridad sí ha sido la vida de las personas", señaló Joya.
Antes de la emergencia, la central hidroeléctrica estaba en un 87 % de ejecución, pero con el deterioro sufrido en algunas zonas y en parte de la maquinaria hubo un retroceso que tiene a la obra en la actualidad en un 70 %. EFE
