Escasez y altos precios en materiales como el cemento, el hierro y el acero, son algunos de los primeros efectos que se empiezan a experimentar por el paro camionero en el sector de la construcción en Cartagena y el departamento de Bolívar.
“Este paro, ha afectado tanto a proveedores de materiales como a los empresarios de la cadena productiva de los constructores, hasta el punto que se ha dado ya la necesidad de suspender algunas obras en otras ciudades distintas a Cartagena por la dificultad que hoy se presenta para recibir y movilizar materiales por las carreteras del país”, apuntó Patricia Galindo Salom, Gerente Regional de la Cámara Colombiana de la Construcción en Bolívar.
En Cartagena, el encarecimiento de los materiales y poder cumplir con las fechas de entregas de las obras, ya se refleja en el rendimiento o utilidad que en un momento dado pueda dejar para los empresarios de esta actividad.
Algunas empresas con obras en esta ciudad que tenían proveedores en el centro del país, han tenido que cambiar por otros más cercanos o regionales pero a un costo mucho más alto en materia de precios. Otras empresas proveedoras en este sector, siguen teniendo dificultades para enviar materiales al centro del país, especialmente al departamento de Antioquia.
La gerente de Camacol Bolívar destacó que es necesario y urgente a través del diálogo llegar a una solución, ya que los efectos en el resto de la economía no son saludables y se puede llegar a una parálisis de la dinámica productiva en el territorio nacional.
Según el Dane y el Departamento de Estudios Económicos de Camacol, antes de iniciarse el paro el empleo en el sector de la construcción varió en -2,8%, con una participación de 6,1% en el total nacional. De acuerdo con el Banco de la República, este comportamiento obedeció a la moderación de los despachos y producción de cemento, que presentaron crecimiento de 0,2% y 1,7%, respectivamente, resultados que podrían empeorar de prolongarse el paro.