Hoy no puede ser más que un día de júbilo para la comunidad LGTBI en Colombia, puesto que a partir de hoy la Corte Constitucional dio vía libre para la unión civil o ‘matrimonio’ entre parejas gays en Colombia.
Frente a éste último término surge una discusión importante entre la comunidad gay y los sectores más conservadores de la élite política y religiosa, puesto que el término históricamente se ha venido asociando con el sacramento de la Iglesia Católica.
De igual manera, pese a la oposición que se generó desde distintos grupos políticos, la Corte, con una votación de seis votos a favor y tres en contra, dio el sí definitivo para la unión entre parejas homosexuales, basándose en valores como la igualdad, la libertad sexual y la dignidad humana.
No se trata sólo de un capricho de la comunidad LGTBI para legitimar socialmente sus uniones, sino también, la puerta de entrada para gozar de los mismos efectos jurídicos y vinculantes que se goza en el matrimonio entre parejas heterosexuales.
El ponente del proyecto de ley que les permitiría a los gays casarse, el magistrado Alberto Rojas Ríos indicó que “Hombres y mujeres forman parte de la especie humana, la igualdad implica dar trato igual a los que son iguales. Todo ser humano, por el hecho de serlo, le asiste el derecho fundamental a contraer matrimonio sin ninguna clase de discriminación”.
Es importante aclarar, que a partir de la aprobación de la Corte Constitucional las uniones entre parejas homosexuales podrán realizarse en cual notaría del país, y ni jueces ni notarios pueden argumentar objeción de conciencia para no hacerlo.