La razones por la que Estonia tiene la tercera mejor educación del mundo

En Estonia, las escuelas y los profesores disfrutan de un alto grado de autonomía en la toma de decisiones en todos los aspectos del aprendizaje y la enseñanza.

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Una población casi cincuenta veces menor a la de Colombia; con una economía aún creciente basada en el turismo, este pequeño país ubicado al norte de Europa muestra que sin tantos recursos económicos, pero con una buena organización y un gran sentido de pertenencia, produjeron una revolución educativa cimentada en varios pilares.

El Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (Pisa), la prueba trienal realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), el pequeño país de Estonia obtuvo el tercer puesto en la escala mundial.

Eso significa que la pequeña república bañada por el mar Báltico tiene la mejor educación de Europa del mundo occidental.

Con menos de un millón y medio de habitantes, Estonia destaca, entre una mayoría de países asiáticos, como referente europeo en evaluaciones internacionales, junto a Finlandia. Así, en los últimos años han llegado a ser primeros en pruebas de ciencias, segundos en matemáticas y terceros en comprensión lectora, además de encontrarse siempre en el top ten en el nivel de inglés como lengua extranjera.

Del mismo modo, se encuentra por encima de la media europea en adultos, entre 25 y 64 años, que han terminado la educación media, con un 91%, frente al 76% de sus vecinos continentales.

Cuando el país se modernizó e independizó, el gobierno decidió priorizar las inversiones en educación. Actualmente el Estado invierte el 6% de su Producto Interno Bruto (PIB) en la enseñanza. La inversión en Colombia es del 4.9%.

Pilares de la educación en Estonia

Los puntos  claves que parecen suponer la base del sistema educativo en Estonia se basa en doce aspectos:Los puntos  claves que parecen suponer la base del sistema educativo en Estonia se basa en doce aspectos:

Igualdad de oportunidades: sin que la procedencia socioeconómica influya en el acceso a los estudios. Todos los alumnos deben tener acceso a la educación obligatoria. En ese sentido, ha conseguido ser uno de los países con menos estudiantes con malos resultados, aunque, en contrapartida, también es uno de los países con menos estudiantes de alto nivel. Siguiendo esta misma política inclusiva, existen comidas escolares gratuitas, ayudas para las escuelas rurales o para niños con necesidades especiales.

Destaca la importancia de las lenguas: el estonio es una lengua compleja que los niños dominan desde antes de primaria y a la que siguen dando importancia a lo largo de las diferentes etapas educativas. Así, por ejemplo, en la universidad, la carrera se puede hacer de forma totalmente gratuita si se hace íntegramente en lengua estonia. Del mismo modo, en secundaria, muchos de los alumnos estudian más de tres lenguas extranjeras. En la etapa universitaria existen más de 150 títulos en inglés, lo que les abre caminos internacionales y atrae a estudiantes extranjeros.

El profesorado cuenta con mucha libertad en cuanto a contenidos y metodología. Los docentes son bien valorados, aunque no especialmente bien pagados, y tienen acceso a formación continua, enfocada, en gran medida, a prácticas innovadoras. Existe una gran estabilidad legislativa, el currículum nacional solo establece objetivos generales y los plazos para alcanzarlos, pero son los profesores lo que deciden cómo llegar a ellos.

A pesar de contar con pocos recursos, es una educación altamente tecnológica, habiendo invertido en educación. Estonia es considerada por algunos como el Silicon Valley europeo. Algunas de sus innovaciones hacen referencia a la inclusión de la programación desde los primeros años de escolarización, el aprendizaje referido a la creación de videojuegos, la posibilidad de utilizar entornos virtuales para crear material didáctico electrónico.

La eficiencia del sistema es elevada, ya que los estonios cuentan con uno de los años escolares más cortos. Comienza el curso en septiembre y acaban a comienzos de junio.

Entre las metodologías innovadoras, destacan los proyectos fuera del aula, en entornos no académicos, buscando soluciones prácticas: trabajar con problemas reales.

La cifra 15  son los alumnos que hay en promedio en cada salón  de clases.

Durante el período escolar los alumnos deben aprender idiomas y literatura estonios, primera y segunda lengua extranjera, matemáticas, biología, geografía, física, química, humanidades, historia, civismo, música, arte, artesanía, tecnología y educación física.