Conservan clones de mango azúcar en la Zona Bananera

Mango de azúcar, un producto apetecido en el Magdalena.

Agropecuaria
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Una fruta apetecida y venerada, cultivada desde tiempos prehistóricos y mencionada en las Sagradas Escrituras y en relatos hindúes con más de 3000 años de antigüedad, donde se refieren a esta en el contexto de diversas leyendas.

En los siglos XV y XVI los españoles introdujeron este frutal en sus colonias tropicales del continente americano, por medio del tráfico comercial entre las Filipinas y la costa oeste de México. Así se encontró el mundo occidental con esta fruta, y luego con la apertura de las rutas marítimas hacia el Lejano Oriente, realizada por los portugueses a principio del siglo XVI, se inició su actual distribución global.

En Colombia

Se le conoce desde la llegada de los conquistadores españoles, pero solo fue durante el pasado siglo cuando algunos productores e industriales se interesaron por cultivarlo en forma  tecnificada.

“Para entender realmente el cultivo del mango hay que conocer la cultura que lo rodea. Cada variedad, cada selección, representa la tradición, costumbres, religión y sentimiento del pueblo que la ha cuidado. Esta conexión se construye con el transcurso del tiempo y se transmite de generación en generación”, explica César Elías Baquero, investigador Máster del Centro de Investigación Caribia de Agrosavia.

Las prácticas hortícolas han moldeado la naturaleza del mango, hoy día tienen la presión de la eficiencia y la productividad. Se han creado nuevas variedades de mangos con características excepcionales con colores específicos para alcanzar los estándares del mercado y ser llamativos para sus compradores, pero, sobre todo, mangos con alta productividad.

Para el caso de la variedad del mango de azúcar se dice que su centro de origen es el municipio de Ciénaga en el departamento del Magdalena, donde pudo haberse originado a través de un proceso de hibridación natural de algunas variedades de mango que se encontraban establecidos en huertos de fincas de pequeños productores de frutales o posiblemente se originó por una mutación natural, del cual su nombre se derivó por presentar sus frutos un sabor muy dulce.

De acuerdo con el investigador, el nicho agroecológico donde mejor se desarrolla el mango de azúcar se encuentra en los municipios de Ciénaga, Santa Marta y la parte norte del municipio de la Zona Bananera en el departamento del Magdalena, que es donde esta variedad expresa su mayor potencial de producción y la mejor calidad de los frutos.

El fruto de la variedad del mango de azúcar es vistoso con un sabor muy exquisito, puede presentar colores que varían desde verdes y amarillos hasta rojizos, con un muy buen contenido de vitamina A y C, riboflavina y tiamina, valor nutritivo que lo hace ser importante en la alimentación humana como producto de consumo fresco y sus múltiples aplicaciones alimenticias. “El mango de azúcar presenta  buen aroma, bajo contenido de fibra, alto contenido de jugo, con un sabor dulce, con concentraciones de solidos solubles que fluctúan entre 9.0 y 18 grados brix, e incluso se han encontrado materiales que sobrepasan valores de 20 grado brix, el fruto tiene un tamaño adecuado que le da la característica de ser unipersonal con un peso promedio de 100 gramos, con una forma típica oblonga – oval con la base aplanada o ligeramente aplanada, característica que le ha permitido tener una gran demanda en el mercado nacional y una muy buena aceptación a nivel internacional”, agrega Baquero Maestre.

Los primeros huertos de mango de azúcar que se sembraron se hicieron utilizando semillas, lo cual provocó una gran diversidad genética y originó que en muchas fincas se presentara gran heterogeneidad en cuanto a la producción y calidad de frutos de los diferentes genotipos, razón por la cual en las fincas se sembraron diversos tipos de clones con varias características en el peso, forma y calidad de la fruta y en sus cualidades organolépticas como forma, color, sabor, olor, textura, firmeza de la pulpa, jugosidad, solidos solubles, porcentaje de acidez, trayendo como consecuencia la aceptación o no aceptación de la calidad de los frutos en el mercado debido a las mezclas de calidades que se generan causando pérdidas a los productores.

A raíz de esta situación. Agrosavia realizó una selección de los mejores árboles en 22 fincas productoras de mango de azúcar (11 fincas en el municipio de Ciénaga y 11 fincas en el municipio de Santa Marta) y en cada una de estas fincas se hizo una caracterización insitu en donde tuvo en cuenta los parámetros de rendimiento y calidad de los frutos. “Se seleccionó el mejor árbol de cada finca del cual se tomaron yemas y se injertaron en patrones de mango de hilaza, estos 22 clones se sembraron en el Centro de investigación Caribia en el año 1995, en cada parcela se sembraron 9 árboles de cada clon los cuales se replicaron 4 veces para un total de 792 árboles, para un área total aproximada de ocho hectáreas”, señala.

Para seleccionar el mejor clon, Agrosavia  hizo una caracterización morfológica a partir del segundo año de producción en donde tuvo en cuenta algunas variables cualitativas y cuantitativas. Luego realizó la investigación en dos tesis de grado con estudiantes de la facultad de Ingeniería Agronómica de la Universidad del Magdalena, una con los once clones provenientes de fincas del corregimiento de Gaira del municipio de Santa Marta y otra con los once clones colectados en fincas del municipio de Ciénaga. Como resultado de esta investigación, se seleccionaron dos clones de mango de azúcar de Gaira y dos clones de mango de azúcar de Ciénaga, que fueron los que resultaron más promisorios en cuanto a rendimiento y calidad de frutos, característica que les permitió a los investigadores de Agrosavia  realizar una investigación en mejoramiento genético o para ser seleccionados para el establecimiento de huertos comerciales para ser utilizados sus frutos para consumo fresco o para la agroindustria.

Para conservar la identidad genética de los cuatro clones seleccionados de mango de azúcar, Agrosavia procedió a clonarlos para continuar con su propagación, la cual se realizó por injertación. Estos se sembraron en un lote experimental en el Centro de Investigación Caribia, donde también se está realizando una investigación con otros materiales sobresalientes de mango de azúcar e hilaza que se seleccionaron en otras zonas de la costa Caribe con el fin de hacer recomendaciones técnicas y prácticas de manejo para la propagación de estos materiales.

“Los clones que se  seleccionaron por producción y calidad  sirven como una base genética para el suministro de yemas  para el establecimiento de  huertos comerciales de mango de azúcar  tanto como para la producción de frutos como de yemas para su multiplicación, además también  sirven para suministrar material genético con una verdadera identidad  a los viveristas de la región para que establezcan jardines clónales que les sirvan para el suministro de yemas garantizadas en su origen y en su identidad genética para la enjertación de un material que tengan un buen vigor y un buen estado fitosanitario y así poder garantizar el origen y su pureza genética”, concluye el funcionario.

Cabe indicar que estos jardines clónales de yemas deben estar registrados en el Ica y se les debe dar un manejo agronómico especial que le permita a los productores adquirir un material sano y generar rentabilidad en sus huertos.

El Dato

Una de las características del mango de azúcar es que presenta dos cosechas, una principal que va de mayo a julio y una segunda cosecha o mitaca que se da en los meses de noviembre y diciembre.


Según el Ica

En el departamento del Magdalena hay cerca de 4.500 hectáreas sembradas de mango que en su mayoría son de mango de azúcar. Esta variedad se considera la más popular y más apetecida de la costa Caribe, por su gran demanda algunos productores han cometido errores estableciendo huertos en algunas zonas sin tener en cuenta algunas características agroclimáticas muy especiales que requiere esta variedad, trayendo como consecuencia un comportamiento no deseado, principalmente en cuanto a calidad de los frutos.